Después de la aprobación, por una significativa mayoría, del nuevo Reglamento sobre producción orgánica y el etiquetado de productos orgánicos, hoy en el plenario, el Grupo S&D subraya que le hubiera gustado avanzar más en este nuevo Reglamento; pero, sin embargo, reconocemos los logros importantísimos que se han conseguido para la agricultura orgánica y para los consumidores y las consumidoras.

 

El coordinador de Agricultura del Grupo S&D, Eric Andrieu, afirmó:

 

“Podría haber sido mejor, pero incluso a veces lo mejor es enemigo de lo bueno. Gracias a su aprobación hoy, por una amplia mayoría del plenario, el nuevo Reglamento sobre producción orgánica y el etiquetado productos marca un avance importante en la dirección correcta para la agricultura orgánica y para los consumidores y las consumidoras. Se aplicará hasta 2021.

“Se ha reforzado la lucha contra el fraude en los productos orgánicos importados, que representan el 30% de nuestro consumo. Los productores europeos estarán finalmente en condiciones de igualdad con otros productores de países terceros.

“Lo que es más, este Reglamento permite ahora la venta de semillas que previamente no podían venderse legalmente, y abre la puerta a material heterogéneo y a variedades adaptadas a las necesidades de la agricultura orgánica. Con ello se dará a los agricultores mucha más capacidad de elección de variedades que las que las principales empresas de semillas han estado facilitando hasta el momento. En la actualidad, los tres principales grupos poseen el 53% del mercado mundial de semillas, ¡lo cual es totalmente inaceptable! Es urgente reequilibrar la cadena alimentaria y dejar de desplegar la alfombra roja a los oligopolios agroquímicos.

“La introducción de medidas específicas de precaución para evitar la contaminación con pesticidas de productos orgánicos también es un avance significativo.

“Podría haber sido mejor. Sin duda, apoyando este texto, hemos rechazado la situación actual, en la que un Reglamento lleno de lagunas jurídicas y derogaciones debilita la credibilidad de la etiqueta orgánica europea.

“No es la recta final. Seguiremos luchando para apoyar a los agricultores en esta transición esencial hacia un modelo sostenible que respete la salud humana y el medioambiente. Esto es lo que nuestros ciudadanos y ciudadanas están pidiendo”.