Cada año millones de personas se ven obligadas a huir de sus hogares, y en muchos casos de su países, por inundaciones, vendavales, terremotos, sequías u otras devastaciones que genera el cambio climático. Sin embargo, la legislación internacional y los políticos que ostentan el poder descuidan prácticamente este fenómeno, que es probable que aumente. Existe una urgente necesidad de abordar este desafío y garantizar una protección apropiada de las personas afectadas: esas son las principales conclusiones del seminario que ha organizado hoy el Grupo S&D.

La portavoz de Derechos Humanos del Grupo S&D, Soraya Post, dijo:

“El cambio climático está sacando cada vez a más personas de sus hogares. Es una realidad. Solo en 2016 se estimó que 23,5 millones de personas fueron desplazadas debido a desastres relacionados con condiciones climáticas severas. Lo horrible es que, en muchos casos, se trata de las poblaciones más vulnerables que han contribuido menos al cambio climático. El cambio climático afecta particularmente a las regiones más pobres del mundo, donde naturalmente mujeres y niños viven en la pobreza.

“Sin embargo, a esas personas no se les ofrece la suficiente ayuda jurídica. Debemos proteger a estas personas y salvaguardar sus derechos humanos.

“Ahora es el momento de que la comunidad internacional y los Estados de manera individual reconozcan su responsabilidad común e incrementen su compromiso para luchar contra el cambio climático, con una política que sea coherente y exhaustiva. Es esencial tener en cuenta el medio ambiente, el cambio climático, la desigualdad y el movimiento de personas, y aunarlos con una mentalidad política que sea responsable y global en la lucha por la justicia del clima. Sin igualdad, no hay sostenibilidad. Sin una acción constante en cuanto al cambio climático, el desplazamiento de personas seguirá aumentando”.  

Antonio Panzeri, presidente de la subcomisión de Derechos Humanos, añadió: 

“Los investigadores predicen que cada vez más personas buscarán asilo conforme se prevea el aumento de las temperaturas en sus países de origen. También está claro que el cambio climático podría llevar a conflictos y amenazar nuestra seguridad mundial, especialmente en regiones en las que los Estados son frágiles y no democráticos. Nosotros, en Europa, tenemos que ser particularmente conscientes de ello y asumir el liderazgo respecto a la plena implementación del acuerdo mundial del clima que se acordó en París en 2015, que aspira a reducir el aumento de las temperaturas. Es una obligación para nosotros, los Socialistas y Demócratas: todavía hay una parte relevante de este Parlamento que piensa que la inmigración es una especie de accidente en nuestra historia y que el cambio climático surge de una patología de la izquierda. Queremos luchar contra la estupidez y la ignorancia con una sacudida política y cultural”.  

 

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