En vista de los crecientes escándalos de vigilancia ilegal en Europa, con decenas de nuevas posibles víctimas recientemente destapadas en Grecia, los Socialistas y Demócratas piden una legislación de la UE rigurosa en materia de desarrollo, venta y uso de software de vigilancia de alta tecnología. Tenemos que impedir que los gobiernos de la UE espíen a ciudadanos y ciudadanas inocentes, especialmente con herramientas tan sumamente intrusivas como los programas espía Pegasus o Predator.
Especialmente la vigilancia ilegal de políticos, como la sufrida por el eurodiputado del S&D Nikos Androulakis, líder del partido de la oposición de Grecia (PASOK), o de periodistas, activistas y abogados/as, por ejemplo en Polonia y Hungría, constituye una amenaza al Estado de derecho, la democracia y los derechos humanos.
Hoy se presentará el proyecto de informe de la Comisión de Investigación encargada de examinar el uso del programa espía de vigilancia Pegasus y otros programas equivalentes (PEGA) del PE. La votación sobre las recomendaciones finales está prevista para el próximo año.
A la luz del actual escándalo de espionaje en Grecia, el Grupo S&D solicita un debate plenario sobre la vigilancia ilegal en Estrasburgo este mes de noviembre.
El eurodiputado Hannes Heide, portavoz del Grupo S&D en la comisión PEGA, afirmó:
“Estoy estupefacto ante el creciente escándalo de espionaje en Grecia y la total falta de voluntad de investigarlo adecuadamente por parte de las autoridades griegas. Esto demuestra que el Gobierno griego está siguiendo la misma peligrosa senda autocrática que Polonia y Hungría. Una vez más, instamos al primer ministro Kyriakos Mitsotakis a poner fin al secretismo, dejar de atacar a los periodistas críticos y aclarar el escándalo Predator. Si queremos que las elecciones del próximo año sean justas y equitativas, ¡el espionaje a adversarios políticos es sencillamente inaceptable!
“Cuando los gobiernos de la UE utilizan programas espía contra ciudadanos y ciudadanas inocentes, esto es mucho más que un ataque contra sus libertades individuales o su intimidad. Se trata de un ataque a nuestros valores europeos, la democracia y el Estado de derecho. Es por ello que necesitamos una respuesta europea.
“Los controles y equilibrios actuales resultan insuficientes. Necesitamos normas a nivel de la UE para evitar la vigilancia intrusiva e ilegal. El desarrollo, la venta y el uso de programas espía deberían regularse y controlarse rigurosamente, con una supervisión judicial y una transparencia adecuadas. La Comisión debería presentar un marco jurídico estricto y todos los Estados miembros deberían implicarse para impedir que haya más víctimas de la vigilancia ilegal”.
