A nivel de la Unión Europea, el cambio demográfico es uno de los principales retos para el futuro de Europa, con un nivel de complejidad que es comparable al de la transición ecológica y digital.[1]

Europa, al igual que el resto del mundo, ha hecho frente a una serie de crisis consecutivas: la crisis financiera y económica de 2008 y 2009, la emergencia climática y medioambiental, la crisis sanitaria de 2020 y 2021, con la crisis socioeconómica vinculada a ella, así como las consecuencias de la guerra en Ucrania. Todo ello tiene, directa o indirectamente, graves efectos en la perspectiva demográfica de la Unión Europea. También debemos asegurarnos de que una realidad demográfica diferente dentro de la Unión Europea no lleve a la polarización y tensione la cohesión interna.

Debemos buscar una solución integrada y global para dotar a Europa de un futuro sostenible. El sistema ecológico que estamos construyendo tiene como fin dejar un mundo mejor a la próxima generación. Además, como Socialistas y Demócratas debemos apostar por una demografía sostenible en un entorno sostenible.

Los retos demográficos afectan a todas las dimensiones de la vida individual y social. Al mismo tiempo, existe una competencia a nivel internacional que abarca aspectos que van de la economía, la seguridad alimentaria, el clima, la defensa y la seguridad a la tecnología. La sostenibilidad demográfica es un aspecto que preocupa a todos los grandes actores. Debemos actuar ahora por las generaciones futuras a fin de salvaguardar y seguir mejorando “nuestro” modelo europeo.

Desde el punto de vista demográfico, la Unión Europea es un área geopolítica envejecida, con una edad media de casi 44 años. Se ha observado un incremento de la población mayor de 65 años en los últimos 20 años, que en algunas regiones de la Unión Europea supone una cuarta parte de los habitantes.

[1] En la Comisión Europea la demografía es una cartera relativamente nueva, que no tiene servicios específicos en la Comisión para abordarla. Sin embargo, los distintos servicios de la Comisión Europea cuentan con una gran experiencia en este tema concreto.