Europa enfrenta varios retos difíciles e interrelacionados: la llegada masiva de solicitantes de asilo, la fragmentación del espacio Schengen, las guerras y la inestabilidad en los países vecinos, y una discreta recuperación, que aún no ha paliado la inseguridad creada por la prolongada crisis económica. Miles de personas han muerto en las fronteras de Europa en los últimos años, y cientos de miles han experimentado un gran sufrimiento en su intento por alcanzar la seguridad y la posibilidad de construir una vida normal en Europa. Muchos ciudadanos están ayudando activamente a los solicitantes de asilo, pero el racismo y la xenofobia, por desgracia, también están ganando terreno.

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