El Grupo S&D del Parlamento Europeo ha condenado con firmeza el reciente aluvión de violencia contra los romaníes en Bulgaria. Estos hechos se producen después de las tensiones que se han generado entre comunidades en la población de Garmen; en Sofia-Orlandovci, llegó a convertirse en una protesta masiva contra los romaníes. El Grupo ha criticado la decisión del gobierno búlgaro de demoler viviendas romaníes “ilegales” sin ofrecer ninguna vivienda alternativa y le ha pedido al gobierno que tome las medidas que hagan falta para evitar ataques motivados por la raza y que garantice la seguridad de la población romaní.

Sorarya Post, portavoz del Grupo S&D para los romaníes, dijo:

“Los desahucios forzados y los ataques contra los romaníes en los últimos meses en Bulgaria son indicativos de una fobia mayor contra los romaníes en toda Europa. Debemos hacer más para proteger a la población romaní y desafiar los prejuicios subyacentes que existen en nuestra sociedad. Dada la naturaleza de la violencia reciente contra los romaníes en Bulgaria, es imperativo que esos ataques se reconozcan y se persigan por lo que son: crímenes de odio.

“También debemos presionar a las autoridades búlgaras para que hagan más para proteger a la población romaní. Deben tomar medidas inmediatamente para evitar ataques, dejar de derribar viviendas romaníes y ofrecer viviendas a los que ya hayan sido desahuciados. En este sentido, celebramos la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que el viernes pasado le pidió al gobierno búlgaro que adopte medidas provisionales urgentes para “poner fin a las demoliciones hasta que se garantice una vivienda alternativa a los demandantes vulnerables”.

“Finalmente, debe hacerse mucho más para luchar contra la fobia contra los romaníes en toda Europa. Este prejuicio subyacente no es solo la causa de la crisis actual, sino también la raíz de una exclusión social más amplia de la población romaní. Es una vergüenza que en el siglo 21 muchos romaníes no puedan acceder a servicios básicos en sus hogares y que solo el 29% de los niños romaníes acaben la enseñanza secundaria. La degeneración y la exclusión constante de los romaníes por toda Europa ridiculiza nuestras reivindicaciones de liderazgo moral y humanitario en el mundo”.