El Parlamento Europeo, con el apoyo del Grupo S&D, ha tomado hoy una importante decisión sobre la importación de bienes culturales a Europa; un mercado que se calcula que mueve unos 19.000 millones de euros. Un nuevo marco jurídico estable garantizará coherencia con los valores europeos en el ámbito de la arqueología, la prehistoria, la literatura, el arte o la ciencia. El Reglamento ofrecerá una respuesta más contundente al tráfico ilícito de bienes culturales, que sigue en importancia al de armas y drogas. El saqueo ilegal de patrimonio cultural no solo priva a la humanidad de su historia y su cultura, sino que también contribuye a la evasión fiscal, el blanqueo de dinero y la financiación de ataques terroristas en suelo europeo.   

Alessia Mosca, negociadora del Grupo S&D por el Parlamento Europeo para comercio internacional, afirmó:  

“La aprobación de este Reglamento hoy supone otro hito para la política comercial común europea. Con nuestra votación, hemos reiterado nuestro enfoque de la globalización que se basa en valores. El comercio no es a toda costa. El nuevo sistema promoverá que los compradores y los coleccionistas realicen elecciones conscientes al incrementar los controles aduaneros y los requisitos de diligencia debida. Después del ataque al sitio arqueológico de Palmira, los medios de comunicación informaron indebidamente de la destrucción de este sitio que era patrimonio de la humanidad de la UNESCO. En realidad, el ISIS desmanteló esta antigua ciudad. Después se saquearon los bienes más importantes que fueron vendidos en el mercado europeo. Al adquirir esos bienes culturales, los ciudadanos y las ciudadanas europeos contribuyeron a la financiación de la organización terrorista. Con las normas que hemos aprobado hoy, esto no volverá a pasar”.  

Arndt Kohn, negociador del Grupo S&D para mercado interior y protección del consumidor, añadió:

“El Reglamento les da a las autoridades aduaneras un conjunto claro y coherente de normas para controlar las importaciones de bienes culturales. Gracias a este marco común europeo y a un sistema electrónico europeo común, podemos prevenir lagunas jurídicas y que los delincuentes busquen los puertos que sean potencialmente mejores para intentar importar bienes culturales ilícitos a nuestro mercado. El Reglamento es, por lo tanto, un logro importante para la protección del patrimonio cultural en todo el mundo”.