La alfabetización mediática es la capacidad de poder usar los medios audiovisuales de manera “correcta” y “apropiada”. Es una cualificación esencial en la sociedad moderna; la destreza clave del sector de la tecnología punta y una cualificación básica en casi todos los sectores económicos, incluso en artesanía.
El término no debe limitarse a las capacidades técnicas y manuales. También incluye aptitudes cognitivas, afectivas y conativas, que cualquier persona con “capacidades mediáticas” debe tener. Promover la alfabetización mediática no solo desarrolla capacidades básicas, sino también destrezas técnicas, análisis crítico y aptitudes para resolver problemas, capacidades y habilidades sociales. La alfabetización mediática no puede adquirirse de una sola vez debido a la evolución progresiva de los medios. Debe desarrollarse permanentemente con aprendizaje a lo largo de toda la vida.
El objetivo de la alfabetización mediática debe ser dotar a personas de todas las edades y todas las procedencias sociales de las aptitudes que les hacen falta para acceder, analizar, evaluar y producir contenido mediático en todas las plataformas.
Un usuario instruido en medios audiovisuales es aquel que puede utilizar creativamente varios medios gestionando sus propios datos personales de manera responsable y los datos de los demás con respeto. Ese usuario es consciente de que transmite y recibe, consume y produce, retiene y aprende al mismo tiempo.
La alfabetización mediática empieza en casa aprendiendo a seleccionar entre los servicios mediáticos disponibles; en este sentido, es muy importante la formación mediática de los padres, que tienen un papel decisivo en el desarrollo de los hábitos de utilización de los medios audiovisuales por parte de los niños, que continúa en el colegio y durante toda la vida; los esfuerzos de las autoridades nacionales, gubernamentales y reguladoras y el trabajo de los profesionales de los medios de comunicación y las instituciones refuerzan esos hábitos.
La alfabetización mediática es esencial en la cultura política y la participación activa de los ciudadanos de la Unión: fomenta la participación activa de los ciudadanos en la democracia y el intercambio de información. Ofrece instrumentos que favorecen la integración y la cohesión social y, además, ciudadanos bien informados y políticamente maduros forman la base de una sociedad plural. La tecnología digital también es un instrumento importante de aprendizaje para la ciudadanía, que favorece la participación de muchos ciudadanos que viven en las áreas periféricas y especialmente del público joven, permitiéndoles beneficiarse plenamente de la libertad de expresión y la comunicación en línea.
La alfabetización mediática promueve la difusión de la cultura global y europea y del diálogo intercultural.
La alfabetización mediática ayuda a responder a los retos que presentan nuevos medios como internet, que es la primera y la principal fuente de información especialmente entre los jóvenes; los mayores todavía prefieren medios de comunicación tradicionales como el periódico, la radio y la televisión. También es importante comprender que las fuentes del contenido de los nuevos medios pueden estar en los medios tradicionales. Así que las fuentes y su mensaje son lo importante y lo permanente; solo el medio de distinto.
Internet es ahora un instrumento habitual de la vida cotidiana de niños y jóvenes. Sin embargo, aunque se les estereotipe como nativos de lo digital, les hace falta orientación para desarrollar sus aptitudes digitales. Las estrategias de alfabetización mediática dirigidas específicamente a los jóvenes deben reflejar la diversidad del contenido mediático e ir más allá de la seguridad infantil. Deben considerarse una inversión para su futuro y su lugar en la sociedad.
Aunque no baste solo con tener destrezas técnicas, estas siguen siendo la base para comprender y gestionar los nuevos medios; lo cual plantea el tema de cómo distintos grupos de personas pueden adquirir las habilidades que hacen falta para explotar óptimamente el potencial de Internet. Las amenazas a la seguridad de los datos personales son cada vez más insidiosas y diversas; y, por lo tanto, son un grave riesgo para usuarios desinformados.
En el actual entorno global una formación adecuada en tecnologías de la información y la utilización de los medios de comunicación favorece la emancipación, la autonomía y la expresión personal. Una mano de obra muy instruida y cultivada es también esencial para lograr los objetivos de la Estrategia UE 2020 de crecimiento económico.
