La Unión Europea se enfrenta a la mayor crisis de refugiados desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Se trata de una crisis de una magnitud sin precedentes que surge, en gran medida, de conflictos, persecuciones y catástrofes humanitarias en las proximidades de Europa y más allá. Los conflictos violentos en Siria, Afganistán e Irak, los regímenes represivos de Eritrea y Sudán y la inestabilidad y la pobreza en otras partes de África han obligado a millones de hombres, mujeres y niños a huir de sus países en busca de seguridad, protección y una vida digna. El problema migratorio pone en grave peligro los pilares fundamentales de la integración europea, que requiere necesariamente solidaridad entre los Estados miembros.

El Grupo S&D no parar)á de abogar por la solidaridad tanto dentro de la Unión Europea como a nivel internacional. La UE necesita una política migratoria que permita a la Unión y a sus Estados miembros asumir su plena responsabilidad por la situación de los refugiados, además de ser un actor generoso y digno de confianza en la comunidad internacional.

La estrategia para abordar con éxito y de manera sostenible la situación de los refugiados exige un compromiso claro con la responsabilidad común europea en el ámbito de la migración. Este documento político presenta los elementos esenciales de dicho compromiso.

Los últimos meses y años han demostrado claramente que la política de migración y asilo de la Unión Europea no cumple su propósito y hace falta replantearse sus bases fundamentales.

El artículo 80 del TFUE sitúa los principios de solidaridad y reparto equitativo de la responsabilidad en el núcleo mismo de todo el sistema de la Unión, proporcionando una base jurídica para la aplicación de estos principios en las políticas europeas de asilo, migración y control de fronteras de la UE.

Si bien reconoce el reto al que enfrentan todos los Estados miembros en la gestión responsable de sus fronteras, es necesario que se lleve a cabo sin bloquear el acceso a la protección de las personas que requieren dicha protección. El hecho de que, incluso a día de hoy, no siempre se garantice en las fronteras exteriores de la UE el acceso a un procedimiento de asilo, y que se esté rechazando sin más a las personas, va en contra de los valores fundamentales del Derecho internacional y de la Unión. Pedimos a la UE y a sus Estados miembros que presten ayuda efectiva a aquellos Estados miembros que se enfrentan a una presión extrema en sus fronteras, además de promover medidas para una gestión fronteriza sensible en materia de protección que respete plenamente el derecho universal a solicitar asilo. La reubicación y el reasentamiento de los beneficiarios de protección internacional y solicitantes de asilo, así como su plena y rápida integración en los Estados miembros, son formas concretas de solidaridad y reparto de la responsabilidad. Debe hacerse más a nivel europeo y nacional con respecto a todas estas medidas. Los Socialistas y Demócratas consideran que la voluntad política que se necesita para que la UE gestione la protección de los refugiados dentro de sus fronteras debería perseguirse con la misma determinación en la acción europea fuera de dichas fronteras.

Las políticas de inmigración y asilo de la UE deben considerarse parte de un panorama más amplio y tener debidamente en cuenta la dimensión exterior, que resulta clave para abordar las causas fundamentales de la migración. La acción en este ámbito debe coordinarse con otras políticas que van desde la PESC/PCSD, la política de ampliación y vecindad europea, la cooperación al desarrollo y los derechos humanos al comercio, la política social y de empleo, la educación, la formación y las cuestiones presupuestarias.

Teniendo en cuenta los limitados recursos, insistimos en que hace falta coordinar mejor y con mayor eficacia la financiación partiendo de una evaluación meticulosa de las necesidades. Debe garantizarse la ayuda específica a las ONG que trabajan y marcan la diferencia sobre el terreno. Además, existe la necesidad de mejorar la coordinación y la cooperación internas entre las comisiones parlamentarias competentes, la Comisión y sus direcciones generales, las agencias de la Unión y el SEAE.

El Grupo S&D luchó para contar con un Fondo de Asilo, Migración e Integración (FAMI) sólido y mejor financiado y ahora los Estados miembros deben hacer pleno uso de los recursos previstos en este Fondo, así como el Fondo Social Europeo (FSE) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), en consonancia con sus propias políticas, para establecer y elaborar estrategias de integración significativas a nivel local, regional y nacional.

El Grupo S&D se ha comprometido a garantizar que la política europea de migración se base en un enfoque europeo holístico sustentado en la solidaridad, la cooperación y la confianza entre Estados miembros que cumplen sus responsabilidades en consonancia con los valores fundamentales y con perspectiva de género de la Unión Europea. Todo ello debe hacerse en estrecha cooperación con los países de origen, tránsito y destino con el fin de gestionar los flujos migratorios, atajar las causas fundamentales de la migración irregular y promover rutas seguras para la migración legal.