Hoy, en Estrasburgo, el Grupo de Socialistas y Demócratas ha apoyado firmemente dos dosieres importantes dirigidos a volver la pesca de la Unión Europea más sostenible en el Báltico y a acabar con el descarte que sea un despilfarro. La votación de hoy llega después de una reforma radical de la Política Pesquera Común (PPC) que se introdujo en el 2014.

La portavoz de Pesca del Grupo S&D, la eurodiputada Ulrike Rodust, dijo:
                                                                                                                                                           
“A pesar de las difíciles negociaciones de principios de año, que amenazaban con debilitar los logros de la reforma de la Política Pesquera Común, las normas que se han aprobado hoy sobre la obligación de desembarque entrarán en vigor inmediatamente para ciertas especies, y también se establecerá un calendario claro hasta el 2019, que será la fecha en la cual se aplicará la norma a todos los caladeros.

“La línea original que ha seguido el ponente conservador era limitar la regulación a especies para las cuales la reforma de la Política Pesquera Común exige la obligación de desembarque a partir de enero del 2015. Ello habría requerido nuevas regulaciones sobre la obligación de desembarque y habría dejado a los pescadores europeos en una situación de gran incertidumbre”.

Celebrando el resultado de la votación sobre el plan plurianual para los caladeros de bacalao, arenque y espadín del Mar Báltico, Rodust añadió: 

“Por primera vez, hemos implementado el principio de que la cantidad de capturas pesqueras se limite según su capacidad de reproducción y que esos valores se basen en las últimas estimaciones científicas. En ese sentido, el plan plurianual del Mar Báltico podría servir de plan rector para los próximos planes de gestión de los caladeros en otras regiones.

“Como negociadora del Parlamento Europeo en este dosier, estoy satisfecha de que hayamos recibido un firme mandato en la votación de hoy. Sin embargo, las negociaciones con los gobiernos de la Unión Europea en el Consejo será difíciles, ya que no todos ellos han comprendido la urgencia de tener un enfoque que sea más sostenible. Las cuotas excesivamente altas que se fijaron previamente han llevado a los caladeros europeos al borde del colapso y amenazan el futuro de los pescadores europeos”.