A iniciativa de los Socialistas y Demócratas, el Parlamento Europeo celebra hoy un debate sobre Hungría. Aunque el Parlamento inició, en septiembre del año pasado, el procedimiento del Artículo 7 contra el Gobierno húngaro por incumplir el imperio de la ley, no hemos visto mucho seguimiento de esta acción por parte de los Estados miembros. Entretanto, la situación del imperio de la ley y la democracia en Hungría se ha deteriorado más en los últimos meses. Solo por mencionar unos cuantos ejemplos:
* El Gobierno de Orbán forzó a la Universidad Centroeuropea de Budapest a trasladar sus principales actividades a Viena a finales del año pasado.
* Sin un procedimiento de consulta, el Parlamento húngaro adoptó, en diciembre de 2018, enmiendas a la legislación laboral, denominada “la ley esclava”, ya que permite que los empleadores pidan hasta 400 horas extra de trabajo anuales.
* Un proyecto de ley adoptado en diciembre de 2018 sobre los nuevos tribunales administrativos supervisados por el ministro de Justicia está dirigido a llenar el sistema judicial de amigotes políticos en lugar de jueces independientes y experimentados. Se supone que esos tribunales se ocuparán de las demandas que sean políticamente sensibles en relación con las actividades gubernamentales, que hasta ahora se trataban en el sistema jurídico general.
* Los propietarios de una mayoría de los medios de comunicación pro-gubernamentales de Hungría anunciaron en noviembre de 2018 que están donando sus empresas a una fundación, la Fundación Centroeuropea de Prensa y Medios de Comunicación. El resultado es la creación de un enorme conglomerado de medios de comunicación de Derecha y pro-gubernamentales que supone una amenaza al pluralismo.
Antes del debate de hoy, el vicepresidente del Grupo S&D y portavoz sobre Hungría, Josef Weidenholzer, afirmó:
“Los recientes acontecimientos en Hungría han demostrado que la intención de Orbán nunca ha sido dar un paso atrás. Al amparo del PPE (Partido Popular Europeo), continúa alegremente reforzando su gobierno autocrático por todos los medios posibles. Al mismo tiempo, sigue despreciando a la Unión Europea y busca disociarse.
“Le pedimos al Consejo que dé urgentemente seguimiento a la decisión del Parlamento Europeo de iniciar los procedimientos del Artículo 7 contra el Gobierno húngaro. También reiteramos nuestra petición de que los parlamentarios y las parlamentarias europeos sean invitados a las reuniones del Consejo en las que se trate el procedimiento del Artículo 7. Como autor de la propuesta, se debe permitir que el Parlamento Europeo subraye su posición.
“Al tener serias dudas en relación con las nuevas normas sobre las horas extras, también le pedimos a la Comisión Europea que evalúe si están alineadas con la legislación de la Unión Europea y que tome todas las medidas que haga falta para defender a los trabajadores y las trabajadoras húngaros.
“Los ciudadanos y las ciudadanas europeos, incluyendo a los húngaros que irán a las urnas en mayo, no pueden dudar de que las instituciones de la Unión Europea están aquí para defenderles en caso de que sus gobiernos nacionales debiliten sus libertades democráticas o sus derechos sociales”.
