Reforzar la cooperación entre la Unión Europea y la OTAN es imperativo para la seguridad de los ciudadanos y las ciudadanas europeas a la luz del deteriorado entorno de seguridad. Una seguridad y defensa de la Unión Europea que sea más fuerte también significa una OTAN más fuerte. Ninguna organización tiene por sí sola la gama completa de herramientas que hacen falta para abordar los nuevos desafíos de seguridad, que cada vez son más híbridos y menos convencionales: esas son las principales conclusiones del informe sobre las relaciones entre la Unión Europea y la OTAN que se ha adoptado hoy, en Estrasburgo. 

El ponente del Parlamento Europeo y coordinador de Seguridad y Defensa del Grupo S&D, Ioan Mircea Pașcu, afirmó:

“No es un secreto que en vista del marcado deterioro del entorno de seguridad en Europa, las relaciones entre la Unión Europea y la OTAN han adquirido una mayor relevancia. Ahora que la seguridad interior y exterior están inextricablemente interrelacionadas, aunar las mejores capacidades de ambas organizaciones para ofrecer seguridad, en general, a los ciudadanos y las ciudadanas europeas se vuelve imperativo.

“Tanto la Unión Europea como la OTAN afrontan los mismos desafíos y amenazas, comparten los mismos valores en sus actividades para preservar la paz y la seguridad en un sistema internacional basado en normas, y son complementarias en sus respectivas misiones. Sin embargo, la relación transatlántica se ha tensionado tras las recientes disputas comerciales entre Estados Unidos y sus aliados. En las actuales circunstancias, además de intentar gestionar estos conflictos, tenemos que preservar e intensificar el buen momento actual de la colaboración entre la Unión Europea y la OTAN.

“Nuestro informe destaca que los mayores esfuerzos de seguridad y defensa realizados por la Unión Europea, además de responder a apelaciones previas de Estados Unidos, son una contribución concreta para compartir la carga, reforzando tanto la OTAN como el vínculo con Gran Bretaña después del Brexit. Controlar las amenazas híbridas, contrarrestar los ciberataques, crear resiliencia, compartir el conocimiento de la situación, mejorar el intercambio de información, la lucha contra el terrorismo, la mejora continua de la cooperación en las misiones y las operaciones, tanto a nivel estratégico como táctico, y la movilidad militar son ámbitos concretos de colaboración más estrecha entre la Unión Europea y la OTAN”.  

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