Con el firme voto de hoy a favor del informe sobre traslados de residuos, el Parlamento Europeo ha adoptado una postura rotunda, clara y unida con respecto a las exportaciones de residuos de plástico a terceros países: ya no vamos a permitir que nuestros residuos se envíen a algunas de las partes más vulnerables del mundo. Ya no vamos a aceptar que se pongan en peligro el medio ambiente y la salud humana con el fin de satisfacer nuestras necesidades en materia de residuos. La Eurocámara tiene ahora un claro mandato para negociar con el Consejo a fin de avanzar hacia una economía circular que realmente funcione.
El ponente y eurodiputado del Grupo S&D, Cyrus Engerer, ha declarado:
“El Parlamento Europeo ha adoptado hoy su posición sobre la revisión de la normativa sobre traslado de residuos, con la que se establecerán nuevas normas para las exportaciones de residuos de la UE, facilitando el transporte de residuos para su reciclado o reutilización dentro de la UE. Asimismo, ha establecido nuevas medidas para afrontar con mayor eficacia los traslados ilegales de residuos.
Uno de los principales elementos de la posición del Parlamento Europeo es poner fin a la exportación de todos nuestros residuos plásticos fuera de la UE, gracias a la insistencia de los Socialistas y Demócratas. El modo en que Europa ha tratado las exportaciones de residuos de plástico en el pasado ha desencadenado realidades catastróficas en países como Turquía, que recibió alrededor de la mitad de los plásticos de Europa tanto en 2020 como en 2021. Esto ha acarreado nefastas consecuencias para el medio ambiente, desde escapes de residuos plásticos al océano hasta los serios problemas planteados por el vertido y el tratamiento de los residuos en estas regiones. También ha perturbado gravemente las vidas de las personas vulnerables que viven cerca de las plantas de tratamiento de residuos plásticos, entre otras cosas, causándoles importantes problemas de salud y captando a sus menores para el trabajo infantil en los vertederos de residuos.
Queremos poner fin a esta mancha tan poco ética en la historia comercial y medioambiental europea. Por ello, el Parlamento desea que se eliminen gradualmente estas exportaciones de residuos plásticos.
El tiempo de los dobles raseros ha terminado. Si estamos exigiendo a nuestros socios extranjeros estrictas normas medioambientales y climáticas, nosotros tenemos que dejar de exportar contaminación a terceros países con el único objetivo de satisfacer nuestras necesidades en materia de residuos. Ha llegado la hora de predicar con el ejemplo y, con la votación de hoy, el Parlamento Europeo se propone plantar cara a estas prácticas con unidad y está listo para exponer sus ambiciones en las negociaciones con el Consejo”.
El coordinador del S&D en la comisión de Medio Ambiente, Tiemo Wölken, ha añadido:
“Según datos de Eurostat, la UE exportó la friolera de 32,7 millones de toneladas de residuos solo en 2020. Estas exportaciones casi se han duplicado desde 2004. La consigna parece clara: ‘ojos que no ven, corazón que no siente’. Pero es obvio que los residuos no desaparecen.
Si se hiciera bien, como mínimo, los residuos deberían reciclarse al llegar a su destino siempre que fuera posible. Sin embargo, nuestros residuos suelen acabar en vertederos gigantes, lo que no solo destruye importantes extensiones de tierra, sino que también las envenena y causa daños permanentes a la vida animal y vegetal en todo el mundo, desde Turquía hasta Malasia y la India.
Es por ello que nos alegra que el Parlamento Europeo haya dejado claro que este comportamiento temerario debe cesar de inmediato, especialmente en lo que respecta a la exportación de residuos plásticos peligrosos y tóxicos. El hecho de defender una prohibición general de la exportación de residuos plásticos en un plazo de cuatro años es un enorme éxito. Pero también es cierto que la exportación de residuos no reciclables sigue siendo posible en muchos casos. No obstante, a pesar de esta deficiencia, este informe constituye un importante paso en la dirección correcta”.
