En una investigación desarrollada por el Grupo de Trabajo del Parlamento Europeo para el Control de Frontex, los eurodiputados y las eurodiputados han concluido que la gestión de la agencia de fronteras no se ocupó de las devoluciones ilegales, no hizo nada para evitar estas violaciones de los derechos fundamentales y no ha hecho nada para reducir el riesgo de futuras violaciones. Basándose en las pruebas aportadas por varias organizaciones internacionales, periodistas y ONG, el informe recomienda un cambio urgente en la cultura de Frontex en relación con el respeto de los derechos fundamentales y un cambio en el enfoque de la agencia a la hora de gestionar las quejas, los procedimientos de notificación y la transparencia, en general.

La investigación para esclarecer los hechos también muestra que el director ejecutivo de Frontex no respondió en repetidas ocasiones a las preocupaciones serias y a las recomendaciones claras de los propios funcionarios de derechos fundamentales de la agencia. Como resultado, el Grupo S&D sigue albergando serias dudas sobre la capacidad del director ejecutivo Fabrice Leggeri de liderar a Frontex en los cambios que se requieren con urgencia.

El informe señala un patrón de comportamiento de los guardacostas que pone en riesgo vidas en el mar, que es el motivo por el cual los eurodiputados y las eurodiputadas también recomiendan que Frontex haga más de cara a reforzar su capacidad de búsqueda y rescate y trabaje en mayor cooperación con los Estados miembros de acogida, no solo siguiendo sus instrucciones, de forma que preste más atención al respeto de los derechos fundamentales y se protejan plenamente. Las conclusiones del informe se presentan hoy en la comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior.

Bettina Vollath, eurodiputada del Grupo S&D y miembro del Grupo de Trabajo del Parlamento Europeo para el Control de Frontex, afirmó:

“Los hallazgos de nuestras investigaciones encontraron pruebas que sustentan las alegaciones sobre violaciones de los derechos fundamentales en Estados miembros en los que Frontex desarrolló operaciones conjuntas. En estos casos, ha quedado claro que Frontex no abordó ni dio seguimiento a dichas violaciones con prontitud y de forma vigilante y efectiva. La falta de prevención de estas violaciones y la falta de acciones de cara a reducir el riesgo de futuras violaciones de los derechos fundamentales exige un cambio claro en la forma de funcionamiento de la agencia.

“Esta investigación es solo el comienzo. El informe debe acompañarse de una Resolución política del Parlamento Europeo de forma que nuestras recomendaciones claras sobre un cambio en la agencia, en los Estados miembros y en la Comisión Europea se conviertan en la posición oficial del Parlamento Europeo. La única forma de poner fin a las violaciones de derechos en las fronteras exteriores de la Unión Europea y de restablecer la confianza en Frontex como agencia es poner en práctica nuestras recomendaciones”.

Javier Moreno Sánchez, eurodiputado del S&D y miembro del Grupo de Trabajo del Parlamento Europeo para el Control de Frontex, afirmó:

“Estas investigaciones tratan de corregir errores pasados ​​y volver a encarrilar a Frontex. Una de nuestras principales prioridades siempre debe ser salvar vidas en el mar; pero los esfuerzos desordenados y descoordinados de búsqueda y rescate han puesto en peligro la vida de personas. Por eso, el Grupo de Control recomienda que Frontex, la Comisión Europea y los Estados miembros se coordinen mejor y trabajen mano a mano para responder a las necesidades de búsqueda y rescate. El informe encuentra enormes deficiencias en la capacidad de Frontex para cumplir con sus obligaciones de respetar los derechos fundamentales. La demora en la contratación de observadores de los derechos fundamentales es claramente un obstáculo importante al trabajo de la agencia para garantizar el cumplimiento. A nuestro grupo le preocupa muchísimo la mala gestión de Frontex en este área, sobre todo, cuando el director Leggeri tiene los ojos puestos en la expansión de personal en otras partes de la organización. También hacen falta canales de comunicación regulares, abiertos y estructurados entre Frontex y los eurodiputados y las eurodiputadas de forma que se pueda compartir de primera mano la información importante con el Parlamento Europeo.

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España