La aceleración de la transición digital de las sociedades europeas trae consigo muchas nuevas oportunidades. Ejemplos concretos van desde la lucha contra las enfermedades epidémicas y la mejora de los diagnósticos médicos hasta la reducción de los accidentes de tráfico y laborales, pasando por la posibilidad del teletrabajo y el trabajo móvil basado en las TIC o el aumento de la eficiencia energética en todo el sistema. Por tanto, tendrá un impacto considerable en la vida de las personas, con la aparición de nuevos derechos y el aumento de la eficiencia que permiten internet y la digitalización en general, y difuminando las fronteras entre el mundo físico y el virtual. Esta transformación digital nos incita a replantearnos nuestros modelos sociales y económicos en consonancia con nuestros valores socialdemócratas.
Al mismo tiempo, la creciente digitalización de productos y servicios, tanto privados como públicos, presenta algunos retos, en concreto la pérdida de puestos de trabajo debido a la automatización de tareas y procesos. Por tanto, a lo largo de esta transición, el Grupo S&D defenderá a todos los que se enfrentan a las consecuencias de la digitalización, en particular a los grupos vulnerables como los trabajadores, los consumidores y los niños, para garantizar que nadie se quede atrás. En particular, luchará para defender el empleo de calidad, evitando que se deteriore y conduzca a la precariedad causada por una fuerte presión a la baja sobre los salarios y la propagación del falso autoempleo, contribuyendo así al aumento de la desigualdad social general. En consecuencia, entre otras medidas esbozadas en este documento de posición, necesitamos insistir en compromisos financieros adicionales a nivel de la UE para garantizar un papel fuerte para los trabajadores y sus representantes sindicales en todas las etapas durante este proceso de transición.
Además, una transición justa e inclusiva significa el respeto de los derechos fundamentales, la inversión pública y el apoyo en sectores estratégicos para garantizar el progreso ecológico y digital para todos. También significa educación (incluso a nivel de primaria y secundaria) y políticas de formación, instrumentos sobre la anticipación del cambio y la reestructuración, la garantía de sistemas de protección social fuertes y eficaces, y debe asegurar que estas intervenciones y oportunidades se extiendan a las comunidades más remotas y promuevan la igualdad de género.
Debemos desarrollar un nuevo contrato social poniendo fin y revirtiendo la hiperprivatización y, si es necesario, devolviendo a la propiedad pública sectores clave y sus beneficios. Esto puede aplicarse específicamente en los casos de los nuevos sectores digitales, que tienen importantes repercusiones sociales.
Las diferentes crisis a las que se ha enfrentado Europa en los últimos años han puesto duramente de manifiesto una creciente brecha digital entre las personas. También ha mostrado la brecha entre regiones y entre zonas urbanas y rurales, poniendo de manifiesto las dificultades económicas y geográficas que tienen determinados territorios para desplegar tecnologías y mejorar sus niveles de conectividad.
Dado que abordar la brecha digital es una prioridad clave para el Grupo S&D, creemos que iniciativas como el Programa de Política de la Década Digital pueden contribuir a lograr una transformación digital cohesiva de la sociedad europea para 2030[1], sin perder de vista la necesidad de soluciones a medida adaptadas a las características de cada territorio y utilizando lo mejor de los instrumentos financieros existentes.
En última instancia, creemos que la transformación digital puede funcionar para todos. Por eso consideramos que la igualdad de acceso a Internet es un derecho fundamental y creemos que la digitalización puede contribuir a garantizar una administración pública inclusiva. Para ello, debemos promover políticas digitales sostenibles que empoderen a los ciudadanos y a las empresas, haciendo que la UE sea más competitiva y creando nuevas oportunidades para todos, en particular garantizando las inversiones necesarias y estableciendo un marco de gobernanza basado en mecanismos de cooperación para alcanzar los objetivos en materia de competencias digitales, infraestructuras digitales, digitalización de las empresas y servicios públicos.
Por último, nuestra familia política ha contribuido significativamente a las negociaciones de la Declaración Europea sobre Derechos y Principios Digitales para la Década Digital, que pretende servir como referencia orientativa del enfoque de la UE hacia la transformación digital[2]. El Grupo S&D ha cubierto muchos temas importantes de la agenda progresista, desde el impacto de la IA en los derechos de los trabajadores, la dimensión de género de la actual transición o la necesidad de una educación y formación digital de alta calidad, hasta la protección de la libertad y el pluralismo de los medios de comunicación, y la privacidad frente a la desinformación o la elaboración de perfiles. Así, nos hemos asegurado de que los derechos y principios digitales salvaguardados en la UE no dejen a nadie atrás y ofrezcan oportunidades a todos.
[1] Decisión (UE) 2022/2481 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 14 de diciembre de 2022, por la que se establece el Programa de Política de la Década Digital 2030.
[2] Declaración Europea sobre Derechos y Principios Digitales para la Década Digital, 15.12.2022.