Tras los masivos recortes presupuestarios anunciados el 2 de mayo y con más acuerdos de libre comercio que perjudican a la agricultura europea cada día un poco más, la Comisión Europea sigue dando rienda suelta al mercado.

Las sucesivas reformas de la Política Agrícola Común (PAC) adoptadas en los últimos 25 años han sido devastadoras para los agricultores, el empleo y la economía local, y peligrosas para nuestra seguridad alimentaria; sin embargo, la Comisión Europea todavía no ha dado con el enfoque correcto. Mientras recibimos con agrado que se limite la ayuda, los Socialistas y Demócratas lamentan la falta de instrumentos reguladores y todavía nos preocupa el riesgo de renacionalización de la PAC.    

El portavoz de Agricultura y Desarrollo Rural del Grupo S&D, Eric Andrieu, afirmó:

“Al continuar con un enfoque liberal, la Comisión Europea está renunciando a sus responsabilidades como reguladora y fracasando en la protección de la integridad del mercado interior. Las condiciones para reacoplar son demasiado estrictas y no facilitan una ayuda real anticíclica, y se limita la ayuda a la gestión de crisis facilitada por las organizaciones de productores.

“Pedimos una PAC que ofrezca más protección y sea más efectiva, que garantice una mejor seguridad alimentaria para los consumidores y que estabilice los mercados para los agricultores. Eso significa orientar los mercados, redistribuir la ayuda más equitativamente y reorientar la PAC hacia una agricultura que sea más sostenible.

“Pedimos la implementación de medidas reguladoras para controlar mejor la volatilidad de los precios. Como el proyecto europeo, la PAC necesita nuevos colores y una perspectiva a largo plazo. Pedimos que la política agrícola de la Unión esté más estrechamente vinculada a los alimentos, la salud humana, la lucha contra el cambio climático, la protección de nuestro medio ambiente, nuestras economías locales y el empleo.

“Necesitamos una PAC que sea más justa y más sostenible. En este momento, solo podemos recibir con agrado el hecho de que los pagos directos a los agricultores se reduzcan a partir de 60.000 euros y que se limiten para los pagos superiores a 100.000 euros por explotación. Similarmente, los requisitos de condicionalidad y ecología deben adaptarse mejor para acelerar la transformación de nuestros modelos de producción. Los pagos voluntarios no disociados deben utilizarse para fomentar la diversificación de la producción y para impulsar las prácticas agrícolas que limitan aportaciones. Celebramos que haya mecanismos de apoyo más firmes para los agricultores jóvenes con objeto de garantizar la renovación generacional, que es esencial si queremos mantener vivos nuestros territorios y garantizar una transición de nuestro modelo agrícola.

“A la vista de estos numerosos desafíos, los Socialistas y Demócratas condenan una vez más el recorte presupuestario irresponsable del 12% y el 23 % del primer pilar para el desarrollo rural en euros constantes en el periodo 2021-2027.  Tenemos que mantener el valor del presupuesto actual de la PAC. 

“Con los planes nacionales estratégicos surge el riesgo de renacionalización de nuestra política agrícola, lo cual pone en peligro una política que sea verdaderamente común. Para que haya una verdadera transición ecológica, nos hace falta una base de referencia europea que fomente y ayude a los agricultores a adoptar prácticas que sean más amigas del medioambiente.

“¡La agricultura europea necesita un enfoque audaz e innovador! ¡Necesitamos una reforma en profundidad, no el cambio mínimo que la Comisión Europea está proponiendo hoy!”.