En un nuevo ejemplo de clara desobediencia de las normas de la UE, el Gobierno polaco del PiS ha introducido una prohibición ilegal de las importaciones de productos agrícolas y alimenticios ucranianos al territorio de Polonia.

Para los Socialistas y Demócratas, este movimiento no supone solo una violación directa de las normas que protegen la política comercial común de la UE, sino también un duro golpe para la asociación UE-Ucrania, que asfixia todavía más a la economía de una Ucrania devastada por la guerra.

A lo largo del último año, algunos Estados miembros, principalmente Polonia y Rumanía, han registrado un aumento del flujo de productos agrícolas procedentes de Ucrania como consecuencia de las preferencias comerciales establecidas por la UE en junio de 2022 y el corredor de solidaridad creado para compensar el cierre de las rutas comerciales del Mar Negro. Ambas iniciativas han resultado enormemente eficaces para respaldar la economía de Ucrania, muy azotada por la guerra, al proporcionar unos ingresos extranjeros muy necesarios y paliar la escasez de trigo en los mercados mundiales.

Marek Belka, vicepresidente del Grupo S&D responsable de comercio y ponente alternativo para las relaciones comerciales con Ucrania, ha declarado:

“La prohibición ilegal recién introducida es una reacción histérica del Gobierno polaco, que se enfrenta a fuertes protestas de los productores de trigo polacos insatisfechos con sus resultados en el sector agrícola.

Al Gobierno polaco del PiS se le da muy bien culpar a otros, especialmente a la UE, de su propia incompetencia. Desde el año pasado, los funcionarios del Gobierno polaco han sido conscientes de los posibles efectos secundarios de las preferencias comerciales en el mercado del trigo polaco y no han hecho absolutamente nada. No mejoraron la eficiencia del tránsito de los productos agrícolas ucranianos ni iniciaron programas de apoyo para los agricultores polacos. Cuando la situación se agravó, ni siquiera se les ocurrió solicitar la reintroducción de aranceles y contingentes en virtud de las cláusulas de salvaguardia de la UE. En cambio, lo que estamos presenciando es otro festival de acusaciones a la UE y de medidas unilaterales en violación del Derecho de la Unión. Esto es inaceptable.

No es la primera vez que el Gobierno del PiS muestra un total desprecio por las normas de la UE. Sin embargo, esta vez es Ucrania la que se lleva la peor parte. Tan solo 10 días después de la histórica visita del presidente Zelenski a Varsovia, las autoridades polacas han demostrado que para ellas no hay nada más sagrado que mantener a Jarosław Kaczyński en el poder”.

Inma Rodríguez-Piñero, eurodiputada del Grupo S&D y coordinadora en la comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo, ha añadido:

“Los flujos de productos agrícolas ucranianos han provocado algunas perturbaciones en los mercados de algunos Estados miembros. Pero, en lugar de afrontarlas en coordinación y con la ayuda de las instituciones de la UE y otros Estados miembros, el Gobierno del PiS ha decidido una vez más violar las normas de la UE y ha frenado ilegalmente los flujos comerciales que había acordado menos de un año antes.

Me temo que esta decisión le conviene mucho a la Rusia de Vladimir Putin. La prohibición de importación golpea la esencia misma del proyecto del corredor de solidaridad, que creó importantes alternativas al transporte de cereales a través del Mar Negro. Ahora, bastaría con que Rusia se retirara de la Iniciativa sobre la Exportación de Cereales por el Mar Negro para volver a ahogar las exportaciones de cereales de Ucrania. Este es un escenario inaceptable desde el punto de vista geopolítico y las autoridades polacas deberían tener la sensatez de no desperdiciar los esfuerzos de la UE para apoyar a Ucrania”.

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