Los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D le han pedido hoy a la Comisión Europea que incluya propuestas sobre la participación, la inclusión, las capacidades y la educación digitales en las próximas propuestas que presente el Colegio de Comisarios. La petición se ha producido en el marco de un seminario de un día en el que han participado eurodiputados y eurodiputadas del Grupo S&D, el comisario europeo de Salud, Vytenis Andriukaitis, y expertos del mundo académico, los gobiernos nacionales, la sociedad civil y la industria, sobre la creación de una unión digital que sea progresista.

Josef Weidenholzer, vicepresidente del Grupo S&D y portavoz de Asuntos Digitales, dijo:

“Debemos garantizar que nadie se queda detrás en la revolución digital. Debemos invertir en infraestructura para garantizar que todos los ciudadanos europeos pueden acceder a un conexión de Internet asequible de alta velocidad. Debemos invertir en educación para que todos los europeos tengan las capacidades necesarias en la nueva mano de obra digital. Los expertos de la política, el mundo académico y la industria deben reunirse para encontrar nuevas formas de definir la revolución digital de forma positiva y progresista. Hoy, le estamos pidiendo a la Comisión Europea que incluya propuestas sobre la participación digital, el diálogo social, las capacidades y la educación en sus próximas propuestas”.

La vicepresidenta del Grupo S&D, Marju Lauristin, añadió:

“En un futuro cercano, el 90% de los trabajos requerirá algún nivel de conocimientos digitales. En la actualidad, casi la mitad de los ciudadanos de la Unión Europea carecen de estas capacidades básicas. Además hay enormes desigualdades entre los distintos países, grupos sociales y generaciones. Si queremos abordar este abismo digital, que cada vez es mayor, entre la sociedad digital y los que se ven excluidos de ella, debemos invertir significativamente en educación e infraestructura.

“Esta inversión debe formar parte de un enfoque holístico sobre la unión digital que se centre en el empleo y la educación, así como en abordar los retos políticos y sociales. Si no conseguimos hacerlo, la revolución digital podría entonces incrementar, en lugar de reducir, las desigualdades en nuestras sociedades”.