La escasez de agua afecta, al menos, al 11% de la población europea y al 17% del territorio de la Unión Europea. Desde 1980, Europa ha experimentado cada vez más sequías, especialmente en el sur. Con el calentamiento global y unas condiciones meteorológicas extremas que cada vez son más frecuentes, la Unión Europea necesita una política específica para hacer frente a la escasez de agua.

La comisión de Salud y Medio Ambiente del Parlamento Europeo ha apoyado hoy un informe elaborado por la eurodiputada del Grupo S&D Simona Bonafè, que establecería criterios armonizados a nivel de la Unión Europea para reutilizar las aguas residuales urbanas. También pide inversión apropiada para gestionar adecuadamente el uso del agua y mejorar su calidad.  

Simona Bonafè afirmó:

“Debemos avanzar hacia una economía circular, también en el  uso y la reutilización del agua. El potencial para la reutilización del agua antes de 2025 es aproximadamente de 6.600 millones de m3, en comparación con los actuales 1.100 millones de m3 anuales. Ello requeriría una inversión inferior a 700 millones de euros y posibilitaría reutilizar más de la mitad del volumen actual de agua procedente de las plantas potabilizadoras de la Unión Europea que en teoría está disponible para irrigación, evitando más de un 5% de extracción directa de masas de residuos y agua subterránea.

“Esta Regulación será una herramienta útil; pero debemos garantizar normas y responsabilidades claras de todos los actores involucrados y la correcta implementación de las principales actividades de gestión de riesgos. Con la finalidad de explotar mejor el potencial de reutilización del agua, les hemos dado a los Estados miembros la posibilidad de utilizar el agua regenerada, no solo para irrigación agrícola, sino también con otros propósitos como la reutilización industrial o finalidades medioambientales o relacionadas con   los servicios”.

La portavoz de Salud y Medio Ambiente del Grupo S&D, la eurodiputada Miriam Dalli, afirmó:

“El agua es fundamental para la vida, para nuestros ecosistemas y también para una economía en buen estado. Sin embargo, la escasez de agua se da en muchas áreas, particularmente en la región del Mediterráneo y en zonas de la región del Atlántico, y tiene impactos medioambientales y económicos.  

“Con el Reglamento que sea ha aprobado hoy, estamos creando normas a nivel de la Unión Europea que el agua regenerada debe cumplir para ser utilizada en irrigación agrícola, con el objetivo de fomentar un mayor uso del agua regenerada y contribuir a aliviar la escasez de agua.

“Debemos responder a las presiones cada vez mayores que hay sobre los recursos hídricos, promover el ahorro de agua y garantizar un alto nivel de protección medioambiental”.