Los Socialistas y Demócratas están consternados por los hallazgos del informe de los investigadores de las Naciones Unidas sobre la violencia contra la minoría rohinyá en Myanmar, que reconoce explícitamente que hubo genocidio. Los miembros de la misión de investigación de las Naciones Unidas en Myanmar presentan hoy el informe en la comisión de Asuntos Exteriores (AFET) del Parlamento Europeo. El Grupo S&D pide que todos los autores respondan por sus delitos y piden un embargo de armas completo y a nivel mundial sobre Myanmar.

 

La vicepresidenta del Grupo S&D, Elena Valenciano, afirmó:

 

“El alcance de las atrocidades perpetradas por el ejército de Myanmar y que se describen en el informe de las Naciones Unidas es sencillamente indescriptible. Más de 700.000 personas tuvieron que huir y 10.000 fueron asesinadas. Lamentamos las brutales masacres masivas, la utilización de la violencia sexual como arma de guerra y todos los actos inhumanos que se cometieron contra la población civil minoritaria rohinyá en los Estados de Rakhine, Kachin y Shan.

 

“Los investigadores de las Naciones Unidas culpan explícitamente al ejército de Myanmar por llevar a cabo matanzas masivas y violaciones en grupo de rohinyás musulmanes con “intención genocida”. ¡No debe pasar inadvertido! Nos sumamos a la petición de los investigadores de las Naciones Unidas de llevar ante la justicia al comandante en jefe de Myanmar y a cinco generales, y le pedimos a la Unión Europea y a sus Estados miembros que lideren en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas la reacción que se requiere para llevar este asunto ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) con la finalidad de garantizar que se exigen responsabilidades por los delitos más graves que recoge la legislación internacional.  

 

“Para nuestra gran decepción, el informe de las Naciones Unidas confirma la vergonzosa actuación de la galardonada con el Premio Sakharov y el Premio Nobel, Aung San Suu Kyi, que no usó su posición de facto de líder del gobierno para evitar el desarrollo de los acontecimientos que se estaban produciendo en Rakhine. Una vez más, le pedimos que utilice su posición clave para mejorar la situación inhumana de la minoría rohinyá y lleve a los autores ante la justicia, incluyendo la cooperación con el TPI (Tribunal Penal Internacional)”.  

 

El vicepresidente del Grupo S&D, Victor Boştinaru, añadió:

 

“El Grupo S&D estuvo al frente de las recientes Resoluciones del Parlamento Europeo que pedían, entre otras cosas, que se activara una misión de investigación de las Naciones Unidas. Y, sin embargo, sus hallazgos nos impactan y apoyamos plenamente las conclusiones. El informe reconoce que lo que sucedió en el Estado de Rakhine fue un genocidio. Es la acusación más grave que las Naciones Unidas pueden realizar contra un país.

 

“Myanmar tiene la gran responsabilidad de poner remedio a la situación con carácter de urgencia o se arriesga a destrozar su proceso de reforma democrática. La comunidad internacional también debe adoptar una posición unida y firme. Le pedimos al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que imponga un embargo de armas completo y a nivel mundial sobre Myanmar.

 

“Finalmente, no olvidemos que fue el ex secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, cuyo fallecimiento aún lloramos, quien realizó una serie de recomendaciones sobre cómo abordar la situación en Myanmar. Debemos implementarlas sin demora. Acabar de inmediato con este genocidio y buscar justicia. Será la mejor forma de rendir homenaje a su excepcional trabajo para defender a algunas de las personas más vulnerables del mundo”.  

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