Los Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo condenan las medidas adoptadas por el primer ministro Orbán, encubiertas por el brote del COVID-19, para darle al gobierno húngaro más competencias ilimitadas para gobernar por decreto. Cuando se prevé que el Parlamento húngaro apruebe más poderes de excepción y nuevos planes para aprobar más normativa penal sobre desinformación, los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D están muy preocupados por el alcance que tienen para debilitar más el control democrático y la libertad de prensa y de los medios de comunicación en Hungría. 

Iratxe García, presidenta del Grupo S&D, afirmó:

“Con la crisis del COVID-19, Europa afronta desafíos económicos, sociales y de salud pública sin precedentes y se están tomando medidas sin precedentes para darle respuesta. Sin embargo, ello no es excusa para imponer un bloqueo indefinido de la democracia. Con estas medidas, el primer ministro Orbán atiende solamente a sus intereses políticos nacionales, utilizando las preocupaciones sobre la salud como tapadera. Independientemente de las circunstancias, no se puede permitir que ningún gobierno introduzca poderes ilimitados. Le pido a la Comisión Europea como guardiana de los Tratados que evalúe urgentemente el cumplimiento de los valores de nuestra Unión Europea y también que los Estados miembros aborden esto inmediatamente en el marco de los debates sobre la aplicación del Artículo 7 a Hungría en el Consejo.

“También tengo una pregunta para el PPE (Partido Popular Europeo): dado que Orbán y su partido todavía son miembros de su familia política, ¿apoyan un bloqueo indefinido de la democracia en Hungría? ¿O tomarán finalmente medidas y expulsarán a Fidesz?”

Simona Bonafè, vicepresidenta interina de democracias resilientes y derechos fundamentales, afirmó:

“Cuando muchos gobiernos de toda la Unión Europea introducen poderes de excepción para abordar efectivamente la amenaza tan real que presenta el coronavirus, debemos garantizar respuestas comedidas y proporcionadas. Unos poderes de excepción, como los que Orbán quiere regalarse a sí mismo, sin fecha límite, no son ni comedidos ni proporcionados. Si hay alguien en quien no se puede confiar para restaurar los estándares democráticos que ya están debilitados en Hungría es Victor Orbán. Le pedimos a la Comisión Europea y al Consejo de la Unión Europea que actúen para garantizar que la democracia y el imperio de la ley no se desmantelan indefinidamente”. 

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