Estamos viviendo una situación sin precedentes. El virus del COVID-19 no conoce fronteras, infecta a personas a escala internacional y, por lo tanto, nuestra respuesta debe ser europea y global. La Unión Europea y los Estados miembros tendrán que aprender una lección de esta emergencia dolorosa y terrible: necesitamos una respuesta europea conjunta, común y coordinada para luchar contra el coronavirus. 

La coordinadora del Grupo S&D en la comisión de Medio Ambiente, Jytte Guteland, afirmó:

“Se trata de salvar vidas. Ahora es el momento de mostrar solidaridad y trabajar juntos para superar esta crisis. Está claro que nos hacen falta soluciones comunes a nivel de la Unión Europea para contener el virus y evitar que colapse nuestros sistemas sanitarios.  

“La actual situación deja dolorosamente claro lo vital que es contar con sistemas de salud que estén bien financiados, sean asequibles y accesibles, y que sean de gran calidad, en toda la Unión Europea. Lamentablemente, después de años de recortes presupuestarios, muchos sistemas sanitarios son incapaces de gestionar el repentino incremento que ha generado el COVID-19, a pesar de la incansable lucha de médicos y enfermeras para salvar tantas vidas como sea posible.

“Tenemos que reforzar las herramientas de las que dispone actualmente la Unión Europea, por ejemplo, dotar de más personal al Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) y crear reservas apropiadas de la Unión Europea de equipos médicos, material y suministros esenciales de forma que nuestra sociedad esté mejor preparada en el futuro”.  

La vicepresidenta del Grupo S&D responsable de Salud, Heléne Fritzon, añadió:

“El brote del Covid-19 ha mostrado claramente las deficiencias de nuestro sistema europeo. Cuando la crisis continúa, Europa hará frente a muchas decisiones difíciles y la vida cambiará de formas que habrían sido impensables tan solo hace unos meses. 

“Necesitamos que se tomen medidas fuertes de apoyo a todos los niveles para superar la crisis y mitigar el impacto negativo de la misma, en concreto, sobre el empleo y la cohesión social. Es especialmente importante contrarrestar cualquier impacto negativo en relación con la igualdad de género.

“Debemos pelear esta batalla con un espíritu europeo común y, una vez que hayamos contraatacado al virus del COVID-19, no debemos olvidarnos de lo que está dejando dolorosamente claro: nuestros recursos en salud pública y sistemas sanitarios son valiosos. Trabajando juntos podremos ganar”.  

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