Esta tarde, las comisiones de Comercio Internacional (INTA) y de Mercado Interior y Protección del Consumidor (IMCO) del Parlamento Europeo votarán conjuntamente el mandato del Parlamento Europeo para entablar con el Consejo las negociaciones sobre la nueva ley destinada a prohibir en el mercado de la Unión los productos fabricados con trabajo forzoso. Se trata de una demanda y una propuesta política fundamentales y muy esperadas de los Socialistas y Demócratas en esta legislatura. Estamos presionando para garantizar que se materialice antes de que acabe el actual mandato del PE.
Se estima que, en 2021, 28 millones de personas de todo el mundo estaban sometidas a trabajos forzosos, 3 millones más que en 2016. Con la nueva ley, la Unión Europea por fin contará con un instrumento eficaz para ayudar a erradicar el trabajo forzoso.
El compromiso, acordado con los demás grupos políticos, y que se someterá a votación esta tarde a las 19:30, refleja claramente nuestros objetivos progresistas. Los negociadores del Grupo S&D han velado por que la nueva ley aplique un enfoque basado en los productos, lo que implica que todas las empresas tendrán que acatar la prohibición si se detecta la existencia de trabajo forzoso en algún eslabón de su cadena de suministro. En el caso de los productos que proceden de regiones o sectores donde el trabajo forzoso es impuesto por el Estado, las empresas tendrán que demostrar que los productos no están “manchados”. Si las autoridades competentes constatan que se ha recurrido al trabajo forzoso, los productos se retirarán del mercado y las autoridades aduaneras bloquearán las importaciones y exportaciones.
Maria-Manuel Leitão-Marques, eurodiputada del Grupo S&D y ponente del Parlamento Europeo sobre la prohibición de los productos obtenidos mediante trabajo forzoso en la comisión IMCO, ha declarado:
“Esta tarde, vamos a dar un paso importante para prohibir de una vez por todas los productos fabricados con trabajo forzoso, una forma de esclavitud moderna. Nuestro Grupo lleva mucho tiempo pidiéndolo y no dejaremos de trabajar hasta que sea una realidad. Estoy deseando presenciar el apoyo de una amplia mayoría a nuestro potente texto, que ha introducido cambios importantes a la propuesta ya de por sí buena de la Comisión.
“Las negociaciones han sido difíciles, pero hemos alcanzado un acuerdo con elementos clave para los Socialistas y Demócratas. En primer lugar, y empezando por una prioridad absoluta para nuestro Grupo, la nueva ley incluirá la reparación para los trabajadores y trabajadoras que participen en la producción de productos con trabajo forzoso. Esta reparación será una condición para retirar una decisión de prohibir un producto: si no hay compensación para los trabajadores/as, los productos no podrán circular en nuestro mercado único.
“También vamos a reforzar el papel de la Comisión Europea en la aplicación de este nuevo instrumento. Es fundamental que la Comisión tenga las mismas facultades que las autoridades nacionales para investigar casos de trabajo forzoso, ya que esto contribuirá a la eficacia y la armonización de las normas.
“Por último, vamos a facilitar que puedan demostrarse los peores casos de trabajo forzoso, invirtiendo la carga de la prueba en el caso de los productos procedentes de sectores económicos específicos en zonas geográficas concretas, donde está demostrada la existencia de trabajo forzoso impuesto por las autoridades estatales”.
Raphaël Glucksmann, eurodiputado del Grupo S&D y negociador de este expediente en la comisión INTA, ha añadido:
“Tras años de movilización ciudadana y batallas políticas, el Parlamento Europeo va a iniciar ahora las negociaciones con el Consejo para facultar a la UE a bloquear productos fabricados con trabajo forzoso. ¡En las tiendas europeas no debe haber cabida para productos manchados por el trabajo forzoso de los uigures!
“Obviamente esto no ha acabado, pero como Socialistas y Demócratas podemos estar orgullosos y orgullosas. El hecho de haber conseguido que esta propuesta legislativa se pusiera sobre la mesa es una gran victoria para nuestro Grupo. Instamos a los Estados miembros a finalizar el trabajo legislativo con nosotros antes de que acabe la actual legislatura del PE.
“Estaba claro desde el principio que los conservadores intentarían diluir esta iniciativa, alegando que acarrearía costes adicionales para las empresas europeas. Nada más lejos de la realidad. Esta ley no se basa en las empresas, sino en los productos, y debería ser acogida favorablemente por todas las empresas afectadas por la competencia desleal”.
