Los Socialistas y Demócratas celebran la esperada propuesta de la Comisión Europea de prohibir que los productos que se hayan fabricado con trabajo forzado entren en el mercado de la Unión Europea. Se trata de una petición fundamental y una propuesta política que los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D esperaban ver en esta legislatura.

Se estima que 28 millones de personas estuvieron sometidas a trabajo forzado en 2021 en todo el mundo, es decir, 3 millones más que las estimaciones mundiales anteriores de 2016.  La urgencia de tomar medidas se ha visto confirmada por el reciente informe de la ONU que denuncia los abusos de los derechos humanos contra la minoría uigur en la región china de Xinjiang.

El Grupo S&D estudiará la propuesta en detalle y se asegurará de que se eliminen las posibles lagunas jurídicas durante el proceso legislativo, de forma que dispongamos de un instrumento eficaz para erradicar el trabajo forzado.

Inma Rodríguez-Piñero, eurodiputada del Grupo S&D y coordinadora en la comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo, dijo:

“Europa no puede exportar valores y principios, e importar productos que se hayan fabricado con trabajo forzado. Que la Comisión Europea presente esta propuesta es una gran victoria para nuestro grupo”.

Bernd Lange, eurodiputado del Grupo S&D, ponente del Parlamento Europeo sobre este tema y presidente de la comisión de Comercio Internacional, dijo:

“El Parlamento Europeo ha planteado sus demandas y la Comisión Europea está cumpliendo conforme a nuestros deseos en muchos aspectos. Se trata de una base sólida sobre la que seguir construyendo.

“El enfoque de la Comisión Europea demuestra que ha aprendido de las deficiencias de otras iniciativas que fueron bastante limitadas y estuvieron excesivamente politizadas. El proyecto de legislación se basa en los riesgos, es transparente y da cabida a la cooperación internacional, aunque todavía haya que discutir los detalles. También es neutral con respecto a los países, dado que sabemos que el trabajo forzoso se produce en todo el mundo.

“Se trata de un instrumento sólido de política comercial europea, no discriminatorio y acorde con nuestras obligaciones en la Organización Mundial del Comercio.

“El asunto de la elusión es algo que tendremos que estudiar más a fondo. Sin duda, tendremos que estudiar el papel fundamental de los Estados miembros de la Unión Europea en la propuesta. No estoy plenamente convencido de que, después de todo, el nivel europeo no deba jugar un papel más importante”.

Raphaël Glucksmann, eurodiputado del Grupo S&D y negociador de la Resolución del Parlamento Europeo sobre la prohibición de los productos que hayan sido fabricados con trabajo forzado, dijo:

“Hoy se alcanza un hito importante que es el resultado de años de movilización cívica y de luchas políticas. Después de haber aprobado una Resolución en junio, ahora tenemos una propuesta ambiciosa de la Comisión Europea. Por supuesto, no es perfecta, pero es una buena base para realizar el trabajo futuro. Hace dos años se nos dijo que disponer de un instrumento así era imposible. Ahora tendremos que asegurarnos de que el mecanismo previsto sea lo más rápido y eficaz posible. Los detalles importan y estaremos atentos. Prohibir que los productos del trabajo forzado entren en nuestro mercado ha sido una exigencia crucial de nuestro grupo, y lo seguirá siendo hasta que veamos que este instrumento se aplica”.

 

Nota para los redactores/as:

En la Resolución adoptada en junio, los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D propusieron que la Unión Europea tenga la capacidad de bloquear los productos del trabajo forzado en nuestras fronteras.

  • Los productos deben ser retenidos por las autoridades públicas cuando haya pruebas suficientes de que se ha utilizado trabajo forzado para producir o transportar las mercancías.
  • Las autoridades públicas pueden actuar en base a la información facilitada por las partes interesadas, ONGs, los trabajadores y las trabajadoras afectados o las presentaciones anónimas.
  • La carga se liberaría si: (a) la empresa puede demostrar que no se utilizó trabajo forzado; o (b) si las empresas responsables facilitan una reparación a los trabajadores y las trabajadoras afectados, y el trabajo forzoso ya no se produce en el terreno.
  • Las autoridades públicas pueden solicitar a las empresas que revelen información relevante sobre sus cadenas de suministro.
  • Debe crearse un sistema de coordinación a nivel de la Unión Europea con la finalidad de apoyar a las autoridades aduaneras.
  • Este nuevo instrumento comercial debe ser coherente con la futura Directiva de diligencia debida y con la revisión del plan de acción sobre los capítulos de Comercio y Desarrollo Sostenible (CDS).

 

Eurodiputados que participan
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España
Jefe de delegación
Miembro
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Miembro
Alemania
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