
El Grupo S&D definió la Conferencia sobre el Futuro de Europa. Apoyamos plenamente las conclusiones de la Conferencia, de acuerdo con las propuestas de los representantes de la ciudadanía, estableciendo un nuevo modelo económico y social tras la pandemia al promover una Europa más social, sostenible y justa, garantizar la igualdad de género y respetar los derechos sociales.
Hemos respaldado el papel del Defensor del Pueblo Europeo para que las instituciones de la UE tengan que rendir cuentas. También hemos apoyado nuevas normas relativas al Defensor del Pueblo para que este cargo tenga un mandato más amplio y dotarle de la capacidad de iniciar sus propias investigaciones y proponer soluciones, en particular en casos repetidos, sistémicos o especialmente graves de mala administración.
Ofrecimos todo nuestro apoyo a la puesta en marcha de la Red Europea de la Sociedad Civil, gracias a la cooperación de los diputados y diputadas del Grupo S&D, y en estrecha colaboración con el consejo de administración de la red, especialmente con Solidar. También luchamos por incluir a representantes de la Red Europea de la Sociedad Civil en el Comité Ejecutivo de la Conferencia sobre el Futuro de Europa, en calidad de observadores, y por darles voz en los debates plenarios. Un tercio de cada uno de los paneles europeos de ciudadanos de la Conferencia estaba compuesto por jóvenes (de entre 16 y 25 años) y había una misma proporción de jóvenes entre los embajadores/as de los paneles, que transmitían las recomendaciones a los plenos de la Conferencia y entablaban debates con los eurodiputados y eurodiputadas, los políticos/as nacionales, los comisarios y comisarias y otros miembros de órganos de la UE y de la sociedad civil.
Hemos apoyado varias iniciativas ciudadanas europeas, canalizando las voces de millones de ciudadanos y ciudadanas que piden medidas legislativas europeas. Respaldamos la iniciativa “¡Salvemos a las abejas y a los agricultores!”, que reclamaba una reducción del uso de los plaguicidas. También promovimos la iniciativa ciudadana europea denominada “Good clothes, fair pay” (Ropa buena, salarios justos) que abordaba las prácticas desleales en las industrias de la ropa y el calzado.
Hemos rechazado toda forma de discriminación contra las personas con discapacidad y brindado nuestro apoyo a las mujeres y los niños y niñas con discapacidad. Fuimos el grupo político que más se hizo oír en la lucha contra toda forma de discriminación por motivos de orientación sexual. También conseguimos una amplia mayoría a favor de una resolución titulada “Brecha digital: diferencias sociales como consecuencia de la digitalización”, en la que se solicitaba que los servicios ofrecieran soluciones tanto digitales como no digitales. Gracias a nuestro trabajo en la comisión de Peticiones, el Parlamento Europeo adoptó una resolución en la que se pedían normas armonizadas sobre dimensiones normalizadas para el equipaje de mano a fin de evitar que las aerolíneas obtengan beneficios indebidos por imponer suplementos y tasas ocultas a los pasajeros y pasajeras.
El Grupo S&D defendió modificaciones específicas en el Tratado, entre otras cosas, inscribir un compromiso de progreso social en los Tratados, así como cambios en materia de política sanitaria, fiscalidad, inversión, lucha contra el cambio climático, políticas de lucha contra la discriminación y encaminados al refuerzo del procedimiento del artículo 7 sobre el Estado de Derecho. La modificación de los Tratados busca reforzar la capacidad de la UE para mejorar la vida cotidiana de las personas.
El Grupo S&D destaca sistemáticamente el papel fundamental que desempeña la sociedad civil en las sociedades pluralistas y democráticas. Ahora más que nunca, la sociedad civil está sometida a muchas presiones. Las organizaciones de la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales (ONG) y los defensores de los derechos humanos son cada vez más atacados en toda la Unión Europea. El Grupo S&D da voz a los ciudadanos y ciudadanas de a pie. Al respaldar las peticiones de la ciudadanía y las ONG, les hemos facilitado una plataforma para plantear sus preocupaciones e inquietudes y para detectar posibles deficiencias en la aplicación de la legislación de la UE.
Al convocar la Conferencia sobre el Futuro de Europa, establecimos un modelo innovador de paneles de ciudadanos para que las conclusiones de todos los debates representaran directamente las prioridades de la ciudadanía. La sociedad civil desempeñó un papel destacado en la Conferencia (representada en el órgano de gobierno) y también tuvo voz en las sesiones plenarias. El Parlamento Europeo y el Grupo S&D crearon plataformas digitales multilingües con las que se garantizó que se estableciera un contacto directo entre la ciudadanía, las organizaciones de la sociedad civil y los representantes locales electos.
Hemos sido muy claros sobre el hecho de que el espacio cívico se está viendo mermado en varios Estados miembros. Hemos venido reclamando una Estrategia de la Sociedad Civil de la UE específica para subrayar el compromiso de la UE con la protección y el apoyo a la sociedad civil y colmar las lagunas que existen a la hora de vigilar la situación de la sociedad civil y apoyarla y protegerla cuando sea necesario.
A través de la comisión de Peticiones, hemos abogado por la plena inclusión de las personas con discapacidad en la sociedad y el refuerzo de sus derechos fundamentales mediante iniciativas como la Tarjeta Europea de Discapacidad que permite el acceso a varios servicios públicos y privados. El Grupo S&D también ha apoyado y promovido peticiones en materia de protección medioambiental, salud pública, biodiversidad, protección de los ecosistemas y desarrollo sostenible en consonancia con nuestro compromiso general con el Pacto Verde. Estamos respondiendo a las inquietudes de la gente en las regiones y ciudades en casos de condiciones de trabajo inadecuadas, eliminación ilegal de residuos, contaminación del agua y del aire y repercusiones negativas de los grandes proyectos de infraestructura. En el caso de las iniciativas ciudadanas europeas que no han conseguido reunir más de un millón de firmas, nos hemos asegurado de que se conceda a los temas en cuestión el tiempo y la consideración que merecen como peticiones habituales que pueden escucharse, analizarse y seguirse adecuadamente en el Parlamento Europeo.