Los Socialistas y Demócratas están firmemente comprometidos en cumplir las promesas que se realizaron en París en la cumbre del COP 21 (Conferencia de las Partes) de las Naciones Unidas sobre el cambio climático. El Grupo S&D está presionando a favor de objetivos ambiciosos y de obligado cumplimiento en relación con las reducciones de gases de efecto invernadero, así como por mecanismos más precisos para supervisar e informar sobre las emisiones. Sin embargo, el Consejo de la Unión Europea no estaba dispuesto a acercarse a la ambiciosa posición del Parlamento Europeo, que negociaron los eurodiputados y las eurodiputadas del S&D y otros grupos progresistas, en relación con la Regulación sobre el Esfuerzo Compartido.  

El Parlamento Europeo ha votado hoy dos Regulaciones importantes que se acordaron con el Consejo de la Unión Europea.

El Grupo S&D no ha podido apoyar el acuerdo sobre la Regulación del Esfuerzo Compartido porque se queda corta en relación con lo que hace falta. Esta Regulación cubre el 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea, incluyendo el transporte, los edificios, la agricultura y los residuos. El camino para reducir las emisiones en un 30% antes de 2030 en los sectores que no cubre el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE) de la Unión Europea no es lo bastante realista para cumplir el objetivo de mantener la temperatura “muy por debajo de 2°C por encima de los niveles pre-industriales”, como han pedido las Naciones Unidas.

La segunda Regulación incorporará las emisiones de gases de efecto invernadero y las eliminaciones del uso de la tierra, el cambio de uso de la tierra y silvicultura (UTCUTS) en el marco de la energía y el clima de 2030 *. Los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D han apoyado esta Regulación porque el resultado final cubre los estándares mínimos que pidió nuestro Grupo durante las negociaciones.

El eurodiputado Paul Brannen, que es responsable de UTCUTS en el Grupo S&D, afirmó:

“Nosotros, como Grupo, presentamos nuestras líneas rojas: que el periodo de referencia se fije claramente en el pasado y que se reconozca que los humedales tienen una importancia clave. 

“Hemos conseguido incentivar la utilización de productos de madera de calidad como las construcciones en madera en el sector de la construcción. Esta legislación de UTCUTS significa que se reconoce que es de vital importancia cómo usamos la tierra para abordar el cambio climático”.

La portavoz de Medio Ambiente del Grupo S&D y negociadora de la Regulación del Esfuerzo Compartido, la eurodiputada Miriam Dalli, afirmó:

“La Unión Europea ha perdido la ocasión de aprovechar el liderazgo internacional.

“La falta de compromiso por parte de los Estados miembros para cumplir realmente los compromisos que adoptamos colectivamente en París es muy decepcionante. Los Estados miembros se han dado a sí mismos demasiada flexibilidad, lo que podría significar que no cumplirán los objetivos que necesitan alcanzar.

“En París, todos acordamos hacer todo lo que podamos para limitar el aumento de la temperatura a 1,5°C por encima de los niveles pre-industriales. Pero no hemos visto ningún liderazgo real por parte de los Estados miembros para estar a la altura de su responsabilidad, pese a todas las evidencias científicas sobre los fenómenos que experimentaremos si no llegamos a los objetivos que hemos fijado”.

* Nota para los redactores:

El UTCUTS es una categoría del marco contable de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) para las emisiones de gases de efecto invernadero. Tanto las emisiones (por ejemplo, de deforestación o agricultura) como las eliminaciones (capturas de CO2 por parte de la vegetación y el suelo) se contabilizaban en esta categoría. En la actualidad, la Unión Europea y sus Estados miembros tienen que contabilizar el sector de UTCUTS, según el Protocolo de Kioto, que pone restricciones a la Unión Europea y a cada uno de sus Estados miembros con objeto de garantizar que el sector de UTCUTS no produce emisiones extras. Sin embargo, el Protocolo de Kioto expirará a finales de 2020.