Los Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo están firmemente comprometidos con la transición a una economía de bajo carbono que les generará más ahorros a los ciudadanos, aportará un nuevo impulso a la competitividad industrial de la Unión Europea, contribuirá a reducir el calentamiento global y mejorará la salud humana.

 

Contar con objetivos apropiados de CO2 para los vehículos es fundamental en este cambio. Ayer por la noche, la comisión parlamentaria de Medio Ambiente y Salud Pública apoyó un informe elaborado por la eurodiputada del Grupo S&D Miriam Dalli, que pide un objetivo obligatorio del 20% de reducción de las emisiones de CO2 procedentes de coches particulares y vehículos comerciales ligeros antes de 2025 y de un 45% antes de 2030.

 

El informe también incluye propuestas para garantizarles ahorros de combustible a los consumidores; estimular la innovación y nuevas tecnologías que harán asequible comprar vehículos de cero y baja emisión (ZLEVs, por sus siglas en inglés) en los próximos años; la introducción de pruebas de emisiones de CO2 en condiciones reales de conducción para conceder una homologación con la finalidad de evitar cualquier engaño; y medidas sociales para garantizar que nadie se queda atrás en esta transición.  

 

La eurodiputada Miriam Dalli afirmó:

 

“La votación de ayer supone una enorme victoria para los Socialistas y Demócratas, y para el medio ambiente. La reducción de un 45% de las emisiones CO2 antes de 2030 es un resultado progresista que beneficiará a nuestros ciudadanos y ciudadanas, al medio ambiente y a la economía de la Unión Europea.

 

“Se ha apoyado todo lo que defendemos: la protección del medio ambiente, promover empleos de calidad, desarrollar un test de emisiones en condiciones reales de conducción y promover la innovación y la tecnología, entre otros.  

 

“Como ponente, la transición social y los beneficios para los consumidores y las consumidoras estuvieron en el centro de mi informe. Pido programas específicos a nivel regional, nacional y de la Unión Europea para recapacitar, formar mejor y reasignar a trabajadores y trabajadoras, así como iniciativas educativas y de búsqueda de trabajo. Los beneficios para el consumidor son interminables, siendo una certeza el ahorro en combustible.

 

“Creo que la fuerza de este informe radica en aunar varias tecnologías: no se trata de promover una tecnología en menoscabo de otra, sino de contar con las políticas apropiadas para presionar por un mercado interior que sea más fuerte”.  

 

El Parlamento Europeo votará este informe en plenario.