Los Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo están liderando la transición europea hacia un modelo social y económico que sea sostenible, en el que la energía desempeñe un papel central. Por eso, el Grupo S&D ha presionado hoy por objetivos ambicioso en los informes energéticos que se han aprobado en el plenario: sobre la eficiencia energética, las energías renovables y la gobernanza energética.

Los ponentes del Grupo S&D para la eficiencia energética y la energía renovable, Miroslav Poche y José Blanco, respectivamente, han conseguido mejorar la propuesta de la Comisión Europea y garantizar el apoyo a un objetivo mínimo vinculante del 35% de aumento de la eficiencia energética y a un objetivo vinculante del 35% de energías renovables en la combinación energética, antes de 2030.

Además, los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D también han introducido medidas específicas para luchar contra la pobreza energética. El Grupo S&D lamenta, sin embargo, que la mayoría conservadora del Parlamento Europeo haya votado en contra de medidas para garantizar una transición justa para los trabajadores y las trabajadoras de las industrias pesadas que utilizan mucho carbón, como ha pedido el Grupo S&D, de forma que a los trabajadores se les hubiera facilitado la capacidad y la formación que les hacen falta para acceder a otros puestos de trabajo en la economía de energía limpia.  

 

La vicepresidenta de Sostenibilidad del Grupo S&D, la eurodiputada Kathleen Van Brempt, dijo:

 “La Unión Europea importa en la actualidad más de la mitad de la energía que consume y pagamos 1.000 millones de euros al día a países que no pertenecen a la Unión Europea. Entretanto, malgastamos muchos de nuestros recursos energéticos propios. Mientras que el aumento de la productividad laboral fue el impulsor del crecimiento económico el siglo pasado, “la revolución de la productividad energética” debe convertirse en el impulsor del progreso económico y la prosperidad en el siglo 21.  

“Reduciendo la energía que malgastamos y aumentando nuestra utilización de la energía renovable podemos esperar llegar a una economía sin carbón en un futuro próximo. Invirtiendo en tecnologías limpias y en la renovación de los edificios que malgastan energía para convertirlos en edificios de cero consumo de energía, crearemos millones de empleos y mantendremos el flujo de dinero en efectivo en la Unión Europea. Eso es mucho mejor que perder la misma cantidad de dinero en importaciones de fósiles de regiones inestables que están fuera de la Unión Europea.

“Por primera vez, hemos puesto en marcha una estrategia consistente, evitando soluciones falsas como utilizar el aceite de palma. Hemos bloqueado inversiones en la nueva producción de biocombustibles hechos a partir de cultivos de alimentos. Debemos presionar por biocombustibles avanzados, dejando a un lado los alimentos y usando, en cambio, residuos forestales, residuos agrícolas y excremento de ganado. Todo ello contribuirá a un modelo de cero residuos, que también sea más ético.

“También proponemos que los Estados miembros equipen sus estaciones de combustibles de las carreteras europeas con más puntos de carga, ayudando a los conductores a optar por vehículos eléctricos en lugar de gasolina, y que se olviden, por lo tanto, de la ansiedad de quedarse tirados con una batería vacía durante sus vacaciones”. 

 

 El ponente para Energías Renovables, el eurodiputado del Grupo S&D José Blanco, afirmó:

“La Comisión Europea era demasiado tímida en su propuesta de llegar solo al 27% de energías renovables antes de 2030, y estos tiempos requieren más ambición. Si Europa quiere cumplir sus compromisos de París, luchar contra el cambio climático y liderar la transición energética, debemos hacer más. El Parlamento Europeo fue capaz de lograr un amplio consenso a favor de un objetivo para 2030 que sea significativamente más alto, incrementándolo al 35%.

“Hemos conseguido reforzar el auto consumo como un derecho, traer seguridad y certidumbre a los inversores y aumentar la ambición de la “descarbonización” del sector del transporte, así como de los sectores de la calefacción y la refrigeración. La “descarbonización” no es una resistencia al crecimiento económico; al contrario, es el impulsor de la competitividad, la actividad económica y el empleo.

“En diciembre, el Consejo perdió la oportunidad de unir esfuerzos para impulsar las energías renovables. Sin embargo, esperamos que esté a la altura de la tarea durante las negociaciones inter-institucionales. La credibilidad de Europa está en riesgo”.

 

 El ponente para Eficiencia Energética, el eurodiputado S&D Miroslav Poche, afirmó:

“Se ha adoptado el primer enfoque de eficiencia energética como una de las dimensiones clave de la estrategia de la unión energética de la Unión Europea. Una política ambiciosa en este área contribuirá a lograr tanto nuestros objetivos energéticos como del clima, así como a aumentar nuestra competitividad. También es una de las mejores formas de luchar contra la pobreza energética en Europa.

“El Parlamento Europeo ha aumentado sustancialmente la ambición del ahorro energético. Hemos conseguido acabar con la mayor parte de las lagunas jurídicas que ralentizaban los avances en base a la legislación actual, por ejemplo, incluyendo el sector del transporte y presionando a los Estados miembros para que reemplacen las medidas que no facilitan ahorros.

“Además, creemos que también podemos convencer al Consejo, que ha mostrado una falta de ambición hasta el momento, de que impulsar la eficiencia energética activará un crecimiento económico adicional, creará empleos locales y mejorará nuestra competitividad”.  

Eurodiputados que participan
Jefa de delegación
Miembro
Bélgica