Precios justos, ¡sin grandes sorpresas!

Imagine que se encuentra, un sábado soleado, haciendo cola para comprar un helado y que, una vez llegado al mostrador, descubre que éste cuesta 6 euros, en lugar de los 3,50 euros que pagó la semana pasada. Y todo porque hace más calor y hay más gente. Estamos hablando de los precios dinámicos, una práctica que consiste en ajustar los precios en tiempo real en función de la demanda, la hora o incluso el tiempo. 

people eating ice cream for different prices
¿Qué conocido músico ha experimentado recientemente la política de precios dinámicos de Ticketmaster?
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Los practica de precios dinámicos se basa en un sistema que ajusta continuamente el precio de un producto, en respuesta a la oferta y la demanda en tiempo real. Debe distinguirse de la personalización de precios, que ajusta los precios mediante el tratamiento de datos personales, como pueden ser los hábitos de compra o la utilización de datos sensibles, y la elaboración de perfiles de los consumidores.

Además de la industria del ocio (conciertos, exposiciones, eventos deportivos, etc.), los precios dinámicos se utilizan en alojamientos turísticos, como hoteles y alquileres de corta duración, o en el sector del transporte a través delas aplicaciones de transporte privado, como Uber o Bolt.

Sin embargo, la práctica de los precios dinámicos crea una sensación de desconfianza entre consumidores y vendedores, provocando desigualdades en el acceso a productos, servicios y experiencias culturales.

Esta práctica prioriza a los beneficios empresariales sobre el interés público, y estamos luchando para mejorar la situación. Está por ver si el incremento de precios beneficia realmente a los artistas. También hay que señalar que la posición dominante de Ticketmaster en la venta de entradas aumenta el riesgo de que los precios de los conciertos se incrementen de manera exagerada.

Consecuencias de la tarificación dinámica
people queuing at ice cream truck
¿Qué aspecto de la tarificación dinámica le preocupa más?
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Los precios dinámicos han provocado subidas masivas en la venta de entradas para grandes eventos musicales. Cuando Beyoncé dio un concierto en Ámsterdam, los fans pagaron inicialmente entre 60 y 200 euros por sus localidades. Una semana después, aún quedaban entradas, pero en ese momento se vendieron hasta por 735 euros. En Estados Unidos, las entradas para un concierto de Bruce Springsteen se dispararon hasta los 5.000 dólares.

A veces, los precios se incrementan o se añaden cargos durante el proceso de reserva, y no se informa adecuadamente al consumidor. También es habitual que los precios de las entradas no se den a conocer públicamente con antelación, por lo que los consumidores desconocen los costes que tendrán que asumir. El rápido cambio de precios juega además con las emociones de la gente y su miedo a perderse algo. Todo ello en nombre de la codicia empresarial.

Ante la falta de transparencia, los consumidores no saben cómo presupuestar y acaban pagando de más o, simplemente, no pueden permitirse la compra de localidades. Este modelo de negocio está limitando el derecho de las personas a participar en la vida cultural.

Quién está detrás
woman in front of ice cream trucks

Cuando un consumidor no está satisfecho con el modelo de negocio de una empresa, a menudo decide cambiarse a sus competidores. Sin embargo, tras su fusión con Ticketmaster, Live Nation Entertainment se ha convertido en un monopolio en el sector de la venta de entradas. Se calcula que actualmente controla el 70% del mercado de venta de entradas y localidades para eventos en directo. La práctica engañosa de precios dinámicos de Live Nation se extiende por toda Europa y como resultado, todo el mundo acaba viéndose afectado por esta práctica de precios abusivos, independientemente del país en el que se encuentre.

Cuando las empresas tienen el monopolio de su mercado, los consumidores deben aceptar sus condiciones para acceder al servicio. Sin la competencia necesaria, estos monopolios son libres de inflar los precios tanto como quieran - en detrimento del consumidor -, aunque sea para obtener un mínimo beneficio. Y lo que es más importante, estos precios desorbitados impiden que todos, salvo los más privilegiados de nuestra sociedad, puedan compartir los tesoros de nuestra cultura.

Posición de los Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo (S&D)
ice cream seller discriminating customers

El derecho a participar en la vida cultural es un derecho reconocido por las Naciones Unidas. Todo el mundo debe poder acceder, disfrutar y contribuir a nuestra identidad cultural y todos los consumidores de la UE merecen el mismo trato en circunstancias iguales o similares.

El Grupo S&D cree que la UE debe ser un lugar con sólidas normas que protejan al consumidor y que garantice que sus ciudadanos no sean engañados ni explotados.

La práctica de los precios dinámicos crea una sensación de desconfianza entre consumidores y vendedores y conduce a desigualdades en el acceso a productos, servicios y experiencias culturales. Por ello, el Grupo S&D pide más transparencia.

Hay que informar al público cuando se practiquen precios dinámicos. Los consumidores deben saber a qué atenerse: qué fluctuación de precios, cuántas entradas se venden a precio normal frente a precio dinámico, etc. No deberían enterarse durante o al final de una transacción. Los los organismos nacionales de protección del consumidor jugaran un papel clave en su cumplimiento.

El Grupo S&D también luchará para limitar los aumentos de precios estableciendo un porcentaje máximo permitido.

Nuestro plan de acción
ice cream seller under the microscope

El Grupo S&D seguirá de cerca las cuestiones relacionadas con los precios dinámicos en Europa y trabajará para garantizar una fuerte protección de los consumidores.

En primer lugar, queremos concienciar a los consumidores de la UE sobre la lógica de los precios dinámicos y sus peligros.

En segundo lugar, creemos que la Unión Europea debe tomar medidas para garantizar una protección adecuada, exigiendo información clara y suficiente cuando los consumidores estén sujetos a precios dinámicos, y garantizando que esto no se traduzca en precios excesivos. En este sentido, pedimos a la Comisión Europea que se asegure de que estas prácticas perjudiciales se aborden en la futura Ley de Equidad Digital (Digital Fairness Act - DFA).

Esperamos que la DFA complete y mejore todos los aspectos que quedaron sin abordar tras la aprobación de las principales leyes digitales en la anterior legislatura.

Desde el Grupo S&D, pedimos a la Comisión un fuerte compromiso con la protección de los consumidores y una legislación más específica que aborde:

  • las técnicas poco éticas y prácticas comerciales relacionadas con patrones oscuros (o "dark patterns")
  • la comercialización de productos por parte de influencers a través de las redes sociales
  • el diseño adictivo de las redes y plataformas digitales
  • la elaboración de perfiles en línea

especialmente para los consumidores y usuarios más vulnerables, como los jóvenes.

Contacto(s) de prensa del Grupo S&D