Tras el liderazgo mostrado por los Socialistas y Demócratas, finalmente hoy se ha votado el informe más ambicioso hasta la fecha del Parlamento Europeo con medidas contra la evasión fiscal, la elusión fiscal y el blanqueo de dinero. La justicia fiscal en Europa da un paso más para acabar con 825.000 millones de euros de evasión fiscal, lo cual representa una pérdida de 1.600 euros por cada ciudadano y ciudadana de la Unión Europea. Además, la Unión Europea está perdiendo de 160 a 190.000 millones de euros por elusión fiscal cada año.  

 

Jeppe Kofod, vicepresidente del Grupo S&D y co-ponente del informe final TAX, dijo:  

“Nuestra petición de un tipo impositivo corporativo europeo que sea mínimo, común y efectivo se incluía hoy en la agenda. Esta propuesta garantizaría que todas las empresas de Europa pagasen un tipo impositivo mínimo y efectivo que no sea inferior al 18%. Lamentablemente, una mayoría liberal-conservadora se ha negado a acabar con la carrera perjudicial de mínimos del impuesto de sociedades en Europa. En cambio, han salvaguardo que haya acuerdos fiscales mínimos y que directamente no haya acuerdos con las multinacionales, mientras que los trabajadores y las trabajadoras de los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) pagan más de una cuarta parte de sus salarios en impuestos.

“Estoy muy orgulloso de que hoy el Parlamento Europeo haya subrayado el hecho de que cinco países de la Unión Europea suponen un riesgo en relación con la evasión fiscal y que haya decidido nombrarlos. Sí, los Estados miembros de la Unión Europea están actuando como paraísos fiscales, y sí, debemos iniciar una transición que ponga fin a estas prácticas y también beneficie a las poblaciones locales.

“Nos hace falta más información y datos sobre el alcance de los regímenes fiscales para llevar a cabo un debate informado. No puede aceptarse que haya países que se han embarcado en un conjunto de medidas de austeridad, mientras que nadie sabe exactamente cuánto dan esos mismos gobiernos en incentivos fiscales a las empresas. Hemos enviado un mensaje inequívoco de que los ciudadanos y las ciudadanas deben ser claramente informados sobre las prioridades de sus gobiernos: cuánto se gasta en mejorar los servicios públicos y cuánto se gasta en reducir la factura fiscal de los ricos y poderosos.  

“Debemos acabar con la impunidad corporativa. El escándalo de blanqueo de dinero de 200.000 millones de euros del Danske Bank y las revelaciones de Cum-Ex muestran que Europa sigue estando lamentablemente mal equipada para prevenir, detectar, poner fin y perseguir escándalos vinculados con los delitos financieros y la evasión fiscal. Por eso, estamos contentos de haber logrado también nuestro objetivo político de apoyar la Unidad Europea de Inteligencia Financiera (UIF de la UE) que contribuirá a la lucha contra los delitos económicos transfronterizos graves”.