El escándalo del Dieselgate de 2015 ha abierto la caja de Pandora del fraude de las emisiones de los vehículos. Finalmente, gracias al compromiso y la tenacidad de los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D, la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo ha alcanzado un amplio compromiso, que ha sido apoyado por una amplia mayoría de los grupos políticos, sobre los test de emisiones en condiciones reales de conducción (RDE, por sus siglas en inglés) y el final de los llamados “factores de conformidad”. Estos últimos se introdujeron inicialmente para permitir que la industria del automóvil se ajustara fácilmente a las pruebas realizadas en condiciones reales de conducción. En realidad, estos factores de conformidad dieron lugar de facto a una derogación general de los límites legales de emisiones. Finalmente, hemos conseguido poner fin a esta normativa dudosa.

La portavoz para el informe del Grupo S&D y vicepresidenta responsable del Nuevo Pacto Verde, Miriam Dalli, afirmó:

“Gracias al Grupo S&D, hemos conseguido alcanzar una posición progresista en la comisión de Medio Ambiente en relación con las emisiones en condiciones reales de conducción: el factor de conformidad final del 1,5 (que ya se redujo previamente al 1,47) se ha ajustado al 1,32. Se revisará anualmente y dejará de existir el 30 de septiembre de 2022. Como eurodiputados y eurodiputadas del Grupo S&D, habríamos preferido ser más ambiciosos. Fue nuestro grupo el que lideró la batalla inicial contra la introducción de los factores de conformidad en primer lugar, ya en 2016. Sin embargo, dada la oposición tan fuerte de algunas fuerzas dentro del Consejo de la Unión Europea, la Comisión Europea e incluso del propio Parlamento Europeo, nos satisface que el factor de conformidad vaya a dejar finalmente de existir en un futuro muy cercano.

“Es sumamente importante que hayamos conseguido eliminar cualquier referencia al término engañoso y demasiado vago de “error de margen”. Ese enunciado, por el que presionó la industria del automóvil y el PPE (Partido Popular Europeo), habría creado un precedente muy peligroso, ya que el margen del 0,32 no puede considerarse un error del Sistema Portátil de Medición de Emisiones (PEMS, por sus siglas en inglés), cuya mejora la Comisión Europea debe presentar con urgencia, sino una vacilación de la medición, como sucede en el caso de cualquier otro instrumento de medición.

“Nunca dejaremos de trabajar para garantizar que nuestros ciudadanos y ciudadanas tengan un aire más limpio en sus ciudades, donde sea que vivan. Nuestro objetivo último es presionar por una normativa progresista que beneficie a nuestros ciudadanos y ciudadanas, incluyendo límites de emisiones más estrictos para los vehículos. Nosotros y nosotras, los progresistas, siempre hemos antepuesto la salud de la gente y el medio ambiente a cualquier otro interés privado”. 

Nota para los redactores:

En mayo de 2016, las ciudades de Madrid, Bruselas y París interpusieron un recurso en el que pedían que se anulara el Reglamento de la Comisión Europea que introducía los factores de conformidad. El Tribunal dictaminó que los factores de conformidad enmendaban los límites legales de emisiones, una parte esencial de la Normativa Euro 5 y Euro 6, lo cual solamente pueden hacer los colegisladores. El Tribunal también planteó dudas en torno a la necesidad de introducir factores de conformidad en absoluto. La Comisión Europea, junto a Alemania y Hungría, apelaron al Tribunal en enero de 2019.  En la actualidad, estamos a la espera del dictamen del Tribunal sobre dicha apelación.

Contacto(s) de prensa del Grupo S&D