Los Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo han cosechado importantes victorias en la revisión de la Directiva sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas, defendiendo medidas que prometen revolucionar la gestión de las aguas residuales en toda la Unión Europea. 

Sobre la base de lo establecido en el Pacto Verde Europeo, la revisión de la Directiva aborda la contaminación, promueve la acción por el clima y protege la salud pública. Más de 30 años después, la Directiva de la UE de 1991 se ha sometido a una importante actualización, gracias a la cual, en los próximos años, la ciudadanía se beneficiará de un nuevo cuarto nivel de limpieza en los productos farmacéuticos y cosméticos, que será financiado por la industria conforme al principio de “quien contamina paga”. Un nada desdeñable 92 % de los contaminantes tóxicos de las aguas residuales procede de los sectores farmacéutico y cosmético.

La satisfactoria introducción de objetivos vinculantes de neutralidad energética para el sector de las aguas residuales refleja el compromiso de los Socialistas y Demócratas con la sostenibilidad medioambiental. Estos objetivos, que fomentan las fuentes de energía renovables y la eficiencia energética en el tratamiento de las aguas residuales, contribuyen considerablemente a la consecución de los objetivos de neutralidad climática de la UE, al tiempo que promueven iniciativas de reducción de las emisiones de metano, esenciales para mitigar el cambio climático.

Marek Balt, negociador del Grupo S&D sobre la revisión de la Directiva sobre el tratamiento de las aguas residuales, ha declarado:

“Estamos impulsando al sector de las aguas residuales hacia la neutralidad energética a fin de combatir eficazmente el cambio climático. Nuestro enfoque en las energías renovables y la eficiencia energética concuerda con nuestro compromiso de alcanzar la neutralidad climática de aquí a 2050.

“El principio de responsabilidad ampliada del productor garantiza que las industrias responsables de los microcontaminantes tóxicos que encontramos en las aguas residuales, principalmente de los sectores cosmético y farmacéutico, asuman los costes de tratamiento. Esta victoria destaca la importancia que los Socialistas y Demócratas conceden a la responsabilidad de las empresas por su impacto medioambiental y refuerza la idea de que quienes contaminan deben pagar por la contaminación que generan”.

Nota para los redactores/as:

Mejoras adicionales impulsadas por el Grupo S&D:

Mejora del acceso al saneamiento: reconociendo la importancia del acceso al saneamiento para toda la ciudadanía de la UE, especialmente para las poblaciones vulnerables y marginadas, la Directiva exige a los países de la UE que mejoren su infraestructura de saneamiento. Este compromiso con la equidad social y la salud pública demuestra el empeño del S&D por garantizar el bienestar de todos los europeos y europeas.

Mejora de la vigilancia de la salud pública: la introducción de un seguimiento de los parámetros sanitarios para evaluar la calidad de las aguas residuales, lo que incluye la supervisión de virus como el SARS-CoV-2, mejora la preparación de la salud pública y subraya el compromiso del S&D con la formulación de políticas con base empírica y la gestión proactiva de pandemias.

Conformidad con el Pacto Verde Europeo: las normas revisadas sobre aguas residuales se ajustan a la ambición de “contaminación cero” del Pacto Verde Europeo, ya que abordan los contaminantes presentes en las aguas residuales urbanas y promueven la protección y la sostenibilidad medioambientales. Esta armonización reafirma el compromiso del S&D con la construcción de un futuro más limpio y ecológico para Europa.

Adopción del enfoque “Una sola salud”: el reconocimiento del enfoque “Una sola salud” en la Directiva refleja el compromiso del S&D con un equilibrio sostenible de la salud humana, animal y de los ecosistemas. Este enfoque se propone evitar efectos adversos para la salud, en particular las epidemias, y promueve un uso prudente y responsable de los antibióticos a fin de atajar el aumento global de la resistencia a los antimicrobianos.

El Grupo S&D ha abogado con éxito por ampliar el ámbito de aplicación de la Directiva para que cubra todos los municipios de más de 1.000 habitantes: una iniciativa destinada a combatir la contaminación procedente de los municipios más pequeños y los desbordamientos de aguas pluviales. Esta ampliación se ajusta a la aspiración del S&D de lograr un medio ambiente libre de contaminación de aquí a 2050 y destaca la importancia de las infraestructuras verdes y azules (incluidos los espacios verdes urbanos, los techos verdes y las zanjas con vegetación) a la hora de atenuar los efectos negativos de la escorrentía urbana, lo que sentará las bases para un futuro más limpio y ecológico para Europa.

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