La 42ª Asamblea Parlamentaria Paritaria entre los Estados de África, del Caribe y del Pacífico y la Unión Europea (Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE) ha concluido en Maputo, Mozambique, tras tres días de intenso trabajo. En esta Asamblea han surgido animados debates y se han presentado posibles soluciones comunes para hacer frente a crisis mundiales como el cambio climático, las pandemias, el terrorismo, la pobreza y las violaciones de los derechos humanos.
La delegación del Grupo S&D se aseguró de que la Asamblea abordara los futuros retos con un enfoque progresista centrado en los derechos humanos, la democracia, el Estado de derecho y la diligencia debida —obligación de las empresas de respetar los derechos humanos y ambientales dondequiera que operen— a pesar de los intentos de la extrema derecha, con una masiva presencia en Maputo, por frustrar y bloquear cualquier posible paso adelante.
La 42ª sesión de la Asamblea Parlamentaria Paritaria se recordará por el llamamiento generalizado al Gobierno de Orbán para que por fin levante el veto a la aprobación del acuerdo ACP-UE posterior a Cotonú, la necesidad de que los países africanos logren ser independientes de las perturbaciones externas en su producción alimentaria, y el firme llamamiento a los líderes de la próxima COP27 para que sean audaces y adopten decisiones enérgicas contra el cambio climático.
La delegación del Grupo S&D en Maputo estaba compuesta por el copresidente de la ACP-UE, Carlos Zorrinho, los vicepresidentes de la ACP-UE, Maria Arena y Eric Andrieu, el coordinador del S&D, Hannes Heide, y los eurodiputados/as del Grupo S&D Alex Agius Saliba, Nikos Androulakis, Juan Fernando López Aguilar, Maria Manuel Leitão Marques, Maria Noichl, Pedro Silva Pereira y Karsten Lucke.
El copresidente de la Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE y eurodiputado del Grupo S&D, Carlos Zorrinho, afirmó:
“En ocasiones, los países de Europa, África, el Caribe y el Pacífico tienen diferentes opiniones, diferentes enfoques y diferentes intereses en cuanto a cómo afrontar los retos mundiales. Sin embargo, una vez más, en la Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE surgió la conciencia compartida de que las crisis mundiales solo pueden afrontarse con una cooperación a nivel global. Hemos estado tratando de dar otro paso adelante para generar una confianza común y emprender acciones comunes para luchar juntos contra el cambio climático, las pandemias de inseguridad alimentaria, el terrorismo, la pobreza, y defender el respeto de los derechos humanos.
“El multilateralismo entre iguales es la única forma concreta de avanzar en estos tiempos oscuros en los que parecen prevalecer el nacionalismo, la guerra y la desconfianza en la escena internacional. La Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE constituye un faro que debemos preservar y reforzar. Es hora de que el Gobierno de Orbán levante su veto y dé paso a la posibilidad de que esta Asamblea fundamental siga evolucionando”.
El coordinador del Grupo S&D en la Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE, Hannes Heide, añadió:
“Los intereses de la UE coinciden con los de los países africanos, caribeños y del Pacífico. Hemos de darnos cuenta de que el desarrollo económico y democrático de la seguridad de estas regiones redunda en interés directo de la Unión Europea.
“Los países africanos son muy dependientes de las importaciones de trigo, cereales, abonos y aceite de cocina. La agresión rusa contra Ucrania ha agravado enormemente la situación, lo que ha puesto de manifiesto la necesidad de un apoyo europeo directo tanto al desarrollo sostenible como al alivio de la deuda y la lucha contra el terrorismo.
“De hecho, la cuestión de la seguridad alimentaria en África va unida a la seguridad y al respeto de los derechos humanos. Muchos países, especialmente en la región subsahariana, se han enfrentado a atentados terroristas y al desplazamiento de personas durante años. La UE debe acelerar el ritmo de sus esfuerzos para garantizar la paz y la estabilidad imponiendo las misiones de entrenamiento militar y la observancia de los derechos humanos y la diligencia debida como condiciones previas para el desarrollo.
“A diferencia de la extrema derecha, no podemos aceptar que la relación entre los países ACP y la UE se vea reducida a la cuestión de la migración. Por lo tanto, el Acuerdo posterior a Cotonú debe ratificarse lo antes posible o, de lo contrario, estaremos cometiendo un error histórico, por el que sin duda tendremos que pagar en un futuro próximo”.
