La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha presentado hoy ante el plenario del Parlamento Europeo tres propuestas sobre un Plan de Recuperación, un presupuesto plurianual de la Unión Europea y un programa de trabajo actualizado de la Comisión Europea. Después del debate en plenario, la presidenta de los Socialistas y Demócratas, Iratxe García Pérez, afirmó:

“Es una buena propuesta porque incluye los nuevos instrumentos que hacen falta para afrontar la crisis tras la COVID-19 de cara a reactivar nuestra economía y estar mejor preparados ante cualquier crisis futura. Sin embargo, aún tiene que decidirse cómo utilizar esos instrumentos y cómo maximizar su impacto. Así es que seremos exigentes en nuestras negociaciones con el Consejo de la Unión Europea.

“La mutualización de la deuda mediante la emisión de bonos, el mayor techo de recursos propios y los pasos hacia una Unión Sanitaria, que figuran entre otras de las medidas propuestas, habrían sido impensables hace tan solo unos meses. El Plan de Recuperación también contempla un buen equilibrio entre subvenciones y préstamos. Ello demuestra que la Comisión Europea ha comprendido que estamos en un momento histórico, como también lo han hecho este Parlamento y la mayoría de los gobiernos del Consejo de la Unión Europea.

“Este no es cualquier presupuesto plurianual de la Unión Europea. Está en riesgo no solo la sostenibilidad del mercado interior y la eurozona, sino también la supervivencia de nuestra Unión política. No podemos permitirnos perder la confianza de los ciudadanos y las ciudadanas. Por eso, aquellos en el Consejo que no crean en esta Unión, o los que no quieran ceder en cuanto a convergencia, deben dejar que los demás decidan sobre el Marco Financiero Plurianual por mayoría cualificada en lugar de hacerlo por unanimidad. El aumento de los recursos propios será crucial para costear las grandes inversiones que hacen falta y aliviar la presión sobre las contribuciones directas de los Estados miembros.

“Debemos mantener la convergencia como nuestro objetivo global y garantizar igualdad de condiciones entre todas las empresas de la Unión Europea; también debemos reforzar nuestros sectores estratégicos, crear resiliencia industrial y asegurarnos de que nuestros valores y principios se respetan siempre. Así es que la única condicionalidad sería el respeto del imperio de la ley y los derechos fundamentales.

“Ya es hora de invertir en más cohesión social, y también en la sostenibilidad medioambiental, social y económica. Debemos realmente pensar en las generaciones futuras y evitar dejarles un planeta enfermo y una enorme carga financiera. Asumamos nuestra responsabilidad ahora para acortar y suavizar el impacto socioeconómico de la COVID-19 lo antes posible”.

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