Hoy, el Parlamento Europeo ha adoptado su posición sobre la Directiva sobre la vigilancia del estado de los suelos y el aumento de su resiliencia, con el objetivo de que todos los suelos de la UE estén sanos para el año 2050.

Los suelos albergan más del 25 % de toda la biodiversidad y constituyen el segundo depósito de carbono del planeta. Sin embargo, los suelos europeos afrontan retos sin precedentes, que van desde la expansión urbana y los bajos índices de reciclado del suelo, hasta la intensificación de la agricultura y los efectos del cambio climático. Resulta inquietante que hasta un 70 % de los suelos de toda Europa estén actualmente clasificados como insalubres. Es indispensable abordar esta crisis, no solo para revertir la pérdida de biodiversidad sino también para mejorar la resiliencia de nuestras tierras ante fenómenos meteorológicos extremos como las sequías y las inundaciones, al tiempo que se garantiza una producción alimentaria sostenible para las generaciones venideras.

Esta Directiva, que constituye la primera ley europea sobre la calidad de los suelos, presenta un marco detallado de seguimiento para medir y evaluar el estado ecológico del suelo a fin de seguir los avances hacia la consecución de unos suelos sanos para mitad de siglo. Se trata sin duda de un paso adelante fundamental. A pesar de los incansables esfuerzos del S&D, que ha lidiado con la fuerte oposición de los grupos de la derecha, no se ha conseguido imponer a los Estados miembros la obligación de mejorar progresivamente el estado ecológico de sus suelos y evitar daños mayores en un plazo determinado: una importante disposición que sí se había adoptado en el seno de la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo. 

Beatrice Covassi, negociadora del Grupo S&D de este expediente, ha declarado:

“Unos buenos suelos son clave para hacer frente a los efectos del cambio climático, como las sequías y las inundaciones, revertir la pérdida de biodiversidad y poner comida en nuestras mesas. Sin unos suelos de calidad, no habrá futuro y los agricultores y agricultoras perderán su medio de vida. A pesar de algunos contratiempos en la votación de hoy, la ley seguirá incorporando el objetivo de que todos los suelos gocen de buena salud de aquí a 2050. Además, la votación de hoy supone un paso histórico hacia la adopción de la primera ley de la UE sobre calidad del suelo, similar a la legislación ya existente sobre normas de calidad del aire y del agua”.

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