Esta semana, el primer ministro húngaro, Victor Orbán, ha introducido un estado de excepción indefinido y no controlado, suspendiendo al Parlamento nacional por tiempo indefinido y capacitando a su gobierno a gobernar por decreto.

El Grupo S&D ha estado denunciando su comportamiento antidemocrático durante la última semana y su presidenta, Iratxe García, les pedirá mañana a los presidentes de otros grupos parlamentarios que realicen una declaración conjunta pidiendo una reacción urgente y valiente por parte de la Comisión Europea y del Consejo de la Unión Europea.

Iratxe García afirmó:

“Orbán ha cruzado todas las líneas rojas. Hungría está convirtiéndose en la primera dictadura de la Unión Europea y no lo aceptaremos. El Parlamento Europeo, que es el núcleo de la democracia, no se quedará callado. Espero que el PPE (Partido Popular Europeo) también se sume, aunque todavía no haya expulsado a Fidesz del PPE.

“Todos los Estados miembros han tenido que adoptar medidas difíciles que limitan los derechos civiles de los ciudadanos y las ciudadanas para afrontar la pandemia del COVID-19. Sin embargo, esas medidas deben seguir siendo proporcionadas y estar justificadas, y ser temporales en cuanto a su naturaleza.

“Suspender al Parlamento sin ningún límite de tiempo es una violación grave de nuestros Tratados, de la Carta de Derechos Fundamentales y del Convenio Europeo de Derechos Humanos. No podemos entender la reacción suave de la Comisión Europea y el silencio del Consejo.   

“Impacta ver que la presidenta de la Comisión Europea ni siquiera mencionara a “Hungría” en su declaración de ayer. Es momento de que actúe como guardiana de los Tratados y abandone la tibia complicidad con su familia política, el PPE”.  

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