Cuando la tensión entre el régimen autoritario de Minsk y los manifestantes pacíficos sigue en aumento, el Parlamento Europeo debate de nuevo hoy sobre la situación en Bielorrusia, antes de la adopción, el miércoles, de su recomendación sobre la política de la Unión Europea en relación con este país vecino. Los Socialistas y Demócratas consideran que la relación de la Unión Europea con Minsk depende de que se respeten los derechos humanos básicos y de las peticiones de los ciudadanos y las ciudadanas bielorrusos de que haya un cambio democrático.
El eurodiputado Norbert Neuser, portavoz del Grupo S&D en el informe sobre Bielorrusia, afirmó:
“Puede que Aleksandr Lukashenka haya robado las elecciones presidenciales del 9 de agosto, ¡pero no pudo robar la voz de la gente! Los bielorrusos y las bielorrusas han alzado su voz y han tomado las calles para protestar contra el fraude electoral flagrante y la represión brutal de los manifestantes pacíficos. No reconocemos los resultados electorales y reiteramos nuestra petición a Lukashenka de que finalmente se retire. Sin embargo, Lukashenka ha estado intentando silenciar a su gente y no ha vacilado a la hora de utilizar la represión y la intimidación, violando abiertamente los derechos humanos.
“Apoyamos plenamente las peticiones legítimas de los ciudadanos y las ciudadanas bielorrusos de nuevas elecciones que sean libres y justas y de que se ponga fin al gobierno autoritario. Los bielorrusos se merecen decidir sobre su propio futuro de forma democrática, como lo hacen todos los demás europeos y europeas”.
El portavoz de Asuntos Exteriores del Grupo S&D, el eurodiputado Tonino Picula, añadió:
“Condenamos de la forma más tajante posible las continuas medidas drásticas y violentas que se han tomado contra los manifestantes pacíficos, la oposición y la sociedad civil por parte del régimen bielorruso. Tan solo ayer, las autoridades ordenaron la detención de, al menos, otros cinco periodistas que cubren las protestas en Minsk. La cooperación con las autoridades bielorrusas ya no es posible mientras el régimen siga con esta represión brutal contra la gente y no ponga en libertad a todas las personas que han sido detenidas recientemente y a los presos políticos. La ayuda financiera de la Unión Europea debe beneficiar solamente a la sociedad civil. También queremos apoyar a las víctimas de la represión, ofrecer nuestra ayuda para abordar las consecuencias socioeconómicas de la pandemia de la Covid-19 y seguir involucrados con la gente: los activistas sociales y políticos, los sindicalistas, los defensores y las defensoras de los derechos humanos y los jóvenes que buscan un futuro en este país.
“Como hemos dicho antes, la Unión Europea debe revisar su política respecto a Bielorrusa y avanzar de “un compromiso crítico” a una “reevaluación crítica”. También le pedimos a la Unión Europea que reflexione sobre su enfoque en relación con los países de la Asociación Oriental que incumplan los compromisos comunes sobre democracia, imperio de la ley, libertades fundamentales y derechos humanos. La Unión Europea debe asumir su responsabilidad por su promesa de seguridad y prosperidad en la vecindad común”.
