Los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D han criticado a los conservadores y los liberales por rechazar, por una pequeñísima mayoría, las propuestas progresistas de políticas económicas para la Eurozona. El informe elaborado por Costas Mavrides señalaba la oposición del Grupo S&D a la austeridad ciega, los recortes de los fondos de cohesión y que se dé prioridad a los mercado financieros frente a los ciudadanos y las ciudadanas de la Unión Europea, y reafirmaba que hace falta una implementación consistente de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

 

El eurodiputado del Grupo S&D Costas Mavrides, que es el negociador del Parlamento Europeo para el informe sobre las Políticas Económicas de la Zona Euro, dijo:

“Hoy era el día para que cada partido político mostrara su responsabilidad con los ciudadanos y las ciudadanas europeos y su verdadero compromiso con este proyecto europeo. Al votar en contra de este informe, el PPE, CRE y ALDE (Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa, por sus siglas en inglés) han demostrado hoy de qué lado están y por qué. Son ardientes defensores de la austeridad, a pesar de las manifestaciones públicas o de cualquier matiz social. Al rechazar el informe, han mostrado sus verdaderos colores.  

“Hay veces en las que nuestro compromiso con los ciudadanos y las ciudadanas de la Unión Europea impide cualquier acuerdo. Este es uno de esos momentos y estoy orgulloso de la decisión del Grupo S&D de defender mi informe hasta el final. Prefiero este resultado a haberlo adoptado de la forma que querían el PPE, CRE y ALDE. Lo que quieren es que tengamos que elegir entre una austeridad blanda y otra dura. Habría sido una vergüenza con la que de ningún modo podría haber estado de acuerdo.

“La política requiere compromiso de todas las partes; pero también valentía para situar a los ciudadanos y las ciudadanas de la Unión Europea por encima de los logros micro-políticos o la satisfacción personal. A veces tienes que decir ¡basta! Es lo que hemos hecho hoy. Hemos dicho que no a la austeridad ciega, ya sea dura o blanda. No podemos comprometer nuestros valores. No podemos aceptar las políticas de austeridad como si no hubiera pasado nada, como si la crisis financiera mundial de 2008 no nos hubiera enseñado nada. No podemos aceptar la inflexibilidad, la conversión de mínimos y que solo haya condicionalidad microeconómica, como querían el PPE, CRE y ALDE.

“Lo que nosotros, los Socialistas y Demócratas, queremos es construir sobre la flexibilidad en la implementación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC). Queremos impulsar la convergencia socioeconómica ascendente y, por eso, hemos rechazado recortes a los fondos de cohesión para mejorar la prosperidad en las regiones más desfavorecidas. Queremos reformar la Unión Monetaria Europea (UME); pero no podemos aceptar la negativa del PPE, CRE y ALDE de debatir la propuesta de la Comisión Europea sobre el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y la conclusión del Sistema Europeo de Garantía de Depósitos (SEGD), siendo una parte integral e imperativa de la Unión Bancaria que se acordó hace años. Por último, creemos que las consideraciones sociales y medioambientales deben estar en igualdad de condiciones con las económicas, en línea con el Acuerdo de París y los compromisos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. ¡La responsabilidad fiscal, la solidaridad y la sostenibilidad deben ir de la mano!” 

 

La portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios del Grupo S&D, la eurodiputada Pervenche Berès, afirmó:

“La votación de hoy no es una derrota. Es un recordatorio a todas y todos, en las instituciones y los Estados miembros, del compromiso de nuestra familia política con la lucha por nuestros valores y por los ciudadanos y las ciudadanas europeos. Es una muestra de dónde se posicionan los liberales y los conservadores. ¡Quieren austeridad y nada más que austeridad!

“Unas finanzas públicas en buen estado y la reducción de la deuda no son, y no pueden ser, un fin en sí mismo. Las necesidades de las fuerzas del mercado que no están reguladas no deben prevalecer sobre las necesidades y las preocupaciones de los trabajadores europeos. A la Eurozona le hacen falta políticas que sean sostenibles, favorables al crecimiento y que impulsen la creación de empleo. También debemos reformar la Eurozona, avanzar en la conclusión de la UEM (Unión Económica y Monetaria) y en la lucha contra el fraude fiscal, la evasión y la elusión fiscales y la planificación fiscal agresiva.

“La sostenibilidad de la zona euro requiere reformas ambiciosas. Debe entenderse como una sostenibilidad plena, que incluya plenamente las dimensiones sociales y medioambientales. Requiere más transparencia y más democratización de los procesos y las instituciones de gobernanza económica. El Parlamento Europeo no puede ser excluido de la toma de decisiones cuando la vida de los ciudadanos y las ciudadanas de la Unión Europea se ven afectadas. La Eurozona también debe volverse más resiliente a nuevas crisis. No podemos permitirnos no estar preparados cuando la siguiente crisis golpee. ¡Debemos crear resiliencia y debemos hacerlo ahora! La austeridad no es el camino a seguir; ¡lo es la solidaridad!” 

 

 

 

 

Eurodiputados que participan
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Chipre