Los Socialistas y Demócratas están comprometidos a eliminar progresivamente los combustibles fósiles y a transformar el panorama del transporte europeo para que sea más sostenible para la salud de las personas, la salud del planeta y también para la salud del bolsillo de todos.

En la actualidad, el 94% del sector de transporte de Europa depende del petróleo, un 90%  del cual tiene que importarse. Al mismo tiempo, el transporte es el único sector económico importante de la Unión Europea en el que las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado desde 1990, debilitando por tanto nuestros esfuerzos de cumplir los Objetivos del Clima de las Naciones Unidas que se acordaron en París.  

La comisión parlamentaria de Transporte ha apoyado hoy la propuesta del eurodiputado del Grupo S&D Ismail Ertug de introducir objetivos nacionales de obligado cumplimiento en la actual Directiva sobre el despliegue de infraestructuras de combustibles alternativos. Lamentablemente, los objetivos obligatorios para cada Estado miembros, tal y como se previeron en la propuesta de la Comisión Europea, se eliminaron cuando la Directiva se aprobó en 2014. Ahora la evaluación de los Planes Marco Nacionales (PMN) muestra la brecha existente entre los Estados miembros y los PMN.

Ismail Ertug, que es el portavoz del Grupo S&D y autor del informe parlamentario, afirmó:

“El resultado de hoy es una firme señal que facilitará la adopción de vehículos de bajas y cero emisiones y, por lo tanto, el objetivo general de “descarbonización”. Le pedimos a la Comisión Europea que acelere la revisión de la Directiva, presente objetivos fuertes de infraestructuras y, lo que es más importante, que haya más financiación para las infraestructuras de combustibles alternativos. Ya hemos perdido un tiempo valioso debido a la omisión de la Comisión Europea y a la falta de acción de los Estados miembros; sin embargo, no es demasiado tarde todavía.  

“Estoy contento de que la comisión de Transporte haya seguido mi recomendación pidiéndole a la Comisión Europea objetivos más fuertes y que haya suficiente financiación pública. Además, defendemos firmemente que hace falta que las áreas rurales dispongan de suficientes infraestructuras, ya que no debe haber ninguna región europea que se quede atrás en la transición a una movilidad de bajas emisiones.  

“De los aproximadamente 800.000 puntos de recarga que se previeron antes de 2025 solo hay poco más de 100.000 instalados. Respecto al gas natural comprimido (GNC), todavía faltan por construir más de dos tercios de las estaciones de servicio. En el caso del hidrógeno, que no es obligatorio según la Directiva, la situación es incluso peor.  

“Como hay diferentes modos, diferentes tipos y diferentes entornos de transporte que tienen sus requisitos propios y específicos en lo que respecta a combustibles y tecnologías de propulsión, el enfoque más prometedor a medio plazo es una mezcla de combustibles alternativos. La electrificación, por ejemplo, puede ser la tecnología más apropiada para descarbonizar el tráfico de automóviles, mientras que para otros tipos de tráfico, como el transporte de mercancías pesadas de larga distancia, harán falta combustibles descarbonizados y de bajo carbono. Por lo tanto, debe garantizarse su disponibilidad”.