Hoy se ha escuchado un fuerte alegato del Grupo de los Socialistas y Demócratas para explotar el pleno potencial de la economía marítima de la Unión Europea, en el evento  “Promover el Crecimiento Azul”, que ha tenido lugar en Bruselas y que han presidido las vicepresidentas del Grupo S&D, Isabelle Thomas y Kathleen Van Brempt.
 
El objetivo de la estrategia a largo plazo Crecimiento Azul de la Unión Europea es crear una fuente estable de crecimiento y empleo sostenibles en la economía marina y marítima, que se estima que podría generar 1,6 millones de empleos y 100.000 millones de euros adicionales de valor bruto añadido por año, antes del 2020. Con las contribuciones de expertos e investigadores internacionales, el evento ha abordado el gran potencial que tiene la economía marina para ayudar en la recuperación económica de Europa y ha identificado los principales obstáculos que impiden que este sector alcance su pleno potencial.
 
La vicepresidenta del Grupo S&D responsable de Presupuesto y de Política de Cohesión, Isabelle Thomas, dijo:
 
“Sustituir el plástico con algas, producir energía con energía de las mareas o reducir la contaminación del transporte marítimo con barcos modernos son algunos caminos concretos que pueden seguirse para construir una economía que sea más sostenible.  

“Sin embargo, la Unión Europea debe actuar y no solo hablar. Debe actuar garantizando los medios presupuestarios que hagan falta; sin presupuesto, esto no puede considerarse una prioridad. Cualquier recurso que se ofrezca debe ser asignado específicamente a la investigación, la innovación, la recopilación de datos y la formación.

“El potencial para crear empleo es enorme; ahora es el momento de que invirtamos en Crecimiento Azul”.
 
La vicepresidenta del Grupo S&D responsable de Desarrollo Sostenible, Kathleen Van Brempt, afirmó:
 
“La energía marina renovable en forma de mareas, olas y viento puede cubrir una gran parte de nuestras necesidades energéticas de forma estable, sostenible y predecible. Combinada con una súper red europea interconectada, tiene el potencial de convertirse en nuestro propio “campo azul” europeo. Pero este “campo azul” no pondrá en peligro nuestro clima; al contrario, puede ofrecer la energía que nos hace falta a un coste que sea predecible.

“La tecnología innovadora que necesitamos para que esta visión se vuelva realidad está siendo desarrollada y utilizada por empresas europeas, y forma parte de toda una cadena de suministro de industrias que está lista para ser exportada fuera de la Unión Europea.

“Ahora que Europa está estudiando un nuevo enfoque en relación con la energía, el crecimiento azul debe considerarse una parte indivisible de la unión energética europea y, como tal, desempeñar un papel clave como fuente de solidaridad en un entorno energético europeo común. Esperemos que el plan de inversión de Juncker pueda contribuir a que esta visión se vuelva realidad”. 
 

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