Los Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo condenamos enérgicamente la declaración realizada hoy por el portavoz de la Comisión, en la que anuncia su intención de retirar la Directiva sobre "reclamos verdes", apenas unos días antes de que se concluya un acuerdo interinstitucional clave. La medida constituye una afrenta profundamente preocupante al proceso democrático y socava los esfuerzos cruciales para combatir el lavado verde en la Unión Europea.
La Directiva sobre alegaciones ecológicas es una piedra angular de la estrategia de la UE para garantizar que los consumidores reciban información medioambiental exacta, verificable y con base científica. Su objetivo es poner fin a las prácticas engañosas de marketing pseudoverde que erosionan la confianza y ralentizan la transición ecológica. Tras extensas negociaciones y un claro mandato del Parlamento Europeo, la directiva se someterá el lunes a una votación interinstitucional.
A pesar de las afirmaciones de la Comisión, una fuerte alianza interpartidista en el Parlamento apoya un resultado ambicioso en este expediente.
Tiemo Wölken, coponente de la Directiva de Alegaciones Verdes y portavoz del S&D en la Comisión de Medio Ambiente, Clima y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo, dijo:
"Esta directiva es esencial para luchar contra el lavado verde. En lugar de empoderar a los ciudadanos y proteger el medio ambiente, la Comisión está haciendo el juego a las fuerzas conservadoras y de extrema derecha que intentan defender prácticas empresariales dudosas y obstaculizar la transparencia. Esperamos que la Presidenta von der Leyen y el Comisario Roswall respeten el papel del Parlamento y apoyen las negociaciones en curso como un intermediario honesto, de acuerdo con el papel institucional de la Comisión según los tratados. En particular, es preocupante que la Comisión parezca dar el tratamiento de las microempresas como pretexto para su decisión, dado que las negociaciones finales sobre este tema ni siquiera han comenzado todavía".
Laura Ballarin, ponente alternativa del S&D y portavoz de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor del Parlamento Europeo, dijo:
"Es indignante que la Comisión esté considerando retirar un expediente tan importante en el último momento, especialmente cuando el Parlamento ha mostrado unidad. Esto demuestra un absoluto desprecio por el papel de los colegisladores y un peligroso precedente de ceder a las presiones a expensas de los consumidores y de la acción por el clima".
"Es bien sabido que muy a menudo los consumidores europeos se enfrentan a una avalancha de alegaciones ecológicas poco fiables, como "respetuoso con el medio ambiente", "verde", "sostenible desde el punto de vista medioambiental". Con este anuncio, la Comisión no sólo está dejando a nuestros consumidores a merced del lavado verde de las empresas, sino que además los está ignorando claramente, a pesar de saber que una gran parte de los consumidores de la UE -más del 56%- tienen en cuenta abiertamente el medio ambiente a la hora de adquirir bienes y servicios."
