Los Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo han recibido con agrado el marco estratégico de la Unión Europea en materia de salud y seguridad en el trabajo que ha presentado hoy el comisario europeo de Empleo y Asuntos Sociales, Nicolas Schmit, y que el Grupo S&D ha estado pidiendo con urgencia desde antes de la pandemia. Sin embargo, todavía hay margen de mejora.

Agnes Jongerius, eurodiputada del Grupo S&D y portavoz de Empleo y Asuntos Sociales, afirmó:  

“Debemos actualizar urgentemente nuestras normas de salud y seguridad en el trabajo con la finalidad de cumplir las nuevas demandas de los tiempos cambiantes. Con la crisis de la Covid-19, ha calado realmente la lección de que debemos prepararnos para futuras pandemias de cara a proteger mejor a los trabajadores y las trabajadoras. Los trabajadores esenciales y los trabajadores que están en primera línea ponen en riesgo su salud y su vida para mantener nuestras sociedades a flote. Lo mínimo que les debemos es sacar las lecciones apropiadas de la crisis con objeto de protegerles mejor en el futuro y apoyarles ahora cuando afrontan el daño mental que la pandemia ha infringido en muchos de ellos. Por eso, hemos estado pidiendo una Directiva sobre salud mental, que debería reconocer que la ansiedad, la depresión y el agotamiento son enfermedades laborales, así como una Directiva sobre trastornos musculoesqueléticos, que son trastornos que también afectan a muchos trabajadores y trabajadoras en casa.

“Más de uno de cada tres europeos y europeas trabaja actualmente desde casa y algunos países de la Unión Europea están a punto de introducir el derecho de oficina en casa. Trabajar desde casa aporta más flexibilidad y reduce la huella de carbono; pero también difumina los límites entre la vida laboral y la vida personal, lo que conlleva un gran coste humano. Los trabajadores y las trabajadoras se merecen el “derecho a desconectar”, con lo cual le pedimos a la Comisión Europea que presente estas propuestas legislativas sin demora.

“Es muy sencillo: con un solo clic puedes recibir comida en la puerta de tu casa, un coche te puede llevar a cualquier sitio o un limpiador puede poner en orden tu vivienda. Sin embargo, muchas personas están pagando un precio muy alto por estas comodidades. Queremos que los trabajadores y las trabajadoras de las plataformas sean considerados empleados con plenos derechos laborales y sociales, y esto incluye la salud y normas de seguridad en el trabajo. No debe haber excepciones para nadie en lo que respecta a la salud y la seguridad. También nos ha decepcionado que la Comisión Europea no haya propuesto todavía ninguna medida para mejorar la situación de los trabajadores móviles, especialmente de los temporeros, que con demasiada frecuencia se ven expuestos a condiciones de vida y laborales que no son seguras ni saludables. Si no intervenimos para proteger a algunas de las personas más vulnerables de la economía actual, nos arriesgamos a que el trabajo precario se propague a otros sectores en el futuro.

“Nuestro objetivo es que haya cero muertes en el trabajo en 2030. No merece la pena morir por ningún trabajo. De cara a lograr este objetivo, la Comisión Europea también debe intensificar su labor de proteger a los trabajadores frente a la exposición a sustancias cancerígenas, revisando el valor límite de amianto y añadiendo 25 sustancias más a la Directiva sobre agentes carcinógenos en 2024, como tarde. Ello supondría que haya 50 sustancias cancerígenas en total, que cubrirían el 80% de la exposición total en el trabajo. También le pedimos a la Comisión Europea que incremente sus esfuerzos para proteger a los trabajadores y las trabajadoras frente a sustancias que sean perjudiciales para la reproducción y ante medicamentos muy peligrosos que las enfermeras y los enfermeros manejan para tratar a los pacientes con cáncer”.  

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