A petición de los Socialistas y Demócratas, la pesadilla de la vivienda en Europa figura hoy en el orden del día del Parlamento Europeo. A lo largo de los últimos 13 años, los precios de la vivienda han aumentado en 24 países de la UE, mientras que los alquileres han subido en 26. En varios países de la UE, los precios de la vivienda se han duplicado con creces. En un momento en que la crisis de la vivienda azota a Europa, el Grupo S&D pide un sólido plan europeo de inversión social en vivienda.
Pedro Marques, vicepresidente del Grupo S&D responsable de la Europa social, ha declarado:
“Los europeos y europeas se enfrentan a una crisis de vivienda. Tienen dificultades para pagar sus alquileres e hipotecas. Muchos, en particular los más jóvenes, no pueden permitirse una vivienda digna. El riesgo de quedarse sin hogar está aumentando para aquellas personas que pierden su empleo. El mercado europeo de la vivienda no funciona y hemos de repararlo.
“Para ello, exigimos un ambicioso plan europeo de inversión social en vivienda. El derecho a una vivienda digna es un derecho humano, no una mercancía. Por tanto, debemos frenar la especulación. Debemos impulsar la inversión en vivienda social ecológica. Tenemos que aumentar los fondos para abordar el sinhogarismo. No dejar a nadie atrás implica en primer lugar ofrecer un techo a todo el mundo.
“Asimismo, no podemos seguir postergando la adopción de medidas urgentes para contener la rápida subida de los tipos de las hipotecas. La UE debe intervenir en el mercado hipotecario para aliviar a las familias que luchan por salir adelante, como están haciendo los Gobiernos portugués y español. Es una cuestión de justicia social.
“Alegar que la UE no tiene competencias en materia de vivienda no es más que una excusa. Querer es poder. Ocurrió con las vacunas y con tantas otras cosas. Tenemos la voluntad y exhortamos a todos los grupos políticos a que estén de nuestro lado y del lado de los europeos y europeas que necesitan una vivienda digna”.
Agnes Jongerius, portavoz del Grupo S&D en materia de empleo, ha añadido:
“Al incluir el tema de la vivienda en el orden del día de la sesión plenaria de esta semana, fortalecemos la voz de los alcaldes y alcaldesas europeos, que han aprobado recientemente una declaración en la que instan a las instituciones de la UE a situar el acceso a una vivienda digna y asequible entre sus máximas prioridades.
“La crisis de la vivienda tiene repercusiones negativas en el empleo, la inclusión social y la democracia. Por ejemplo, los trabajadores y trabajadoras de primera línea, como los enfermeros/as, los cajeros/as, los limpiadores/as, los conductores/as del transporte público y los trabajadores/as de servicios sociales ya no pueden acceder a una vivienda en nuestras ciudades.
“La vivienda es un derecho humano y la UE tiene que desempeñar un papel esencial, en particular, regulando la intervención de los inversores privados en la vivienda y evitando la especulación, apoyando las inversiones en vivienda social y erradicando el sinhogarismo.
“A fin de contrarrestar los discursos nacionales falsos, tenemos que hablar más de lo que Europa hace y podría hacer por la gente. Mi país sigue señalando con el dedo a Bruselas, culpando a la UE de las restricciones a la vivienda social, mientras que en Viena más de la mitad de la población vive en vivienda social sin restricción alguna por parte de la UE”.
