Un mes antes de las elecciones presidenciales en Bielorrusia, el Parlamento Europeo ha celebrado hoy un debate sobre la situación política en este país vecino de la Unión Europea. Los Socialistas y Demócratas han denunciado firmemente las detenciones arbitrarias de políticos de la oposición, periodistas, blogueros, activistas de la sociedad civil y ciudadanos y ciudadanas comunes de las últimas semanas. Al mismo tiempo, han pedido una nueva estrategia de la Unión Europea en relación con Bielorrusia, y que se apoye a los ciudadanos de Bielorrusia y su aspiración de vivir en un país democrático y próspero.

 

El eurodiputado del Grupo S&D Robert Biedroń, jefe de la delegación del Parlamento Europeo para las Relaciones con Bielorrusia, afirmó:

 

“Justo en nuestra frontera, en el corazón de Europa, nuestros vecinos, la gente de Bielorrusia, están viéndose privados de sus derechos fundamentales: el derecho a la libertad y el derecho a la democracia. Y mientras el presidente Lukashenka se ha mantenido 26 años en el poder, la vida política de Bielorrusia ha estado aletargada la mayor parte de ese tiempo. Pero no es el caso ahora, ya que estamos presenciando una movilización excepcional contra el régimen actual. La actitud negligente de Lukashenka ante la amenaza del coronavirus ha jugado un papel en la creciente insatisfacción de la gente.

 

“Lukashenka es consciente de este hecho. Así es que ha intensificado la represión de sus oponentes políticos y de la sociedad civil. Los ciudadanos y las ciudadanas bielorrusos están siendo arbitrariamente detenidos por presentarse a candidatos presidenciales, apoyar campañas de candidaturas, manifestarse pacíficamente a favor de que haya elecciones democráticas o por ser meros espectadores.

 

“Condenamos firmemente estas medidas severas y despiadadas y pedimos que se ponga en libertad inmediatamente a todos los ciudadanos y las ciudadanas que hayan sido injustamente detenidos.

 

“La Unión Europea debe dotarse de una política estratégica y reactiva en relación con Bielorrusia. Una política que incluya claras líneas rojas y una condicionalidad inteligente. La política debe servir a la gente, y así deben hacerlo el liderazgo bielorruso y de la Unión Europea-Bielorrusia”.

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