El pleno del Parlamento Europeo debatirá hoy un informe del Grupo S&D sobre la democracia en el trabajo, que se votará mañana. El informe pide reforzar la participación de los trabajadores y las trabajadoras en los centros laborales de toda la Unión Europea y propone un nuevo marco de información, consulta y representación en los consejos de administración, que sustituya al actual mosaico de normas, que a veces son contradictorias. Con este marco queremos, en primer lugar, establecer unas normas mínimas de representación en los consejos de administración de las empresas a escala europea, esto es, que el número de puestos en los consejos de administración para los representantes de los trabajadores y las trabajadoras oscile entre unos pocos puestos y la paridad, en función del número de empleados y empleadas de la empresa y sus filiales. En segundo lugar, queremos alcanzar el objetivo de que el 80% de las empresas estén cubiertas por acuerdos de gobierno corporativo sostenible para 2030. En tercer lugar, el marco garantizará una información oportuna y significativa para los trabajadores/as y la consulta de los representantes de los trabajadores/as, así como una revisión de la Directiva sobre los comités de empresa europeos con el fin de reforzar el derecho de los representantes de los trabajadores y las trabajadoras a la información y la consulta, en particular durante los procesos de reestructuración.
Gabriele Bischoff, eurodiputada del Grupo S&D y autora del informe parlamentario sobre la democracia en el trabajo, dijo:
“La democracia está viva cuando los ciudadanos y las ciudadanas pueden participar y hacer oír su voz en todos los ámbitos de su vida, incluido su lugar de trabajo. Cuando los trabajadores y las trabajadoras tienen la posibilidad de dar forma a las decisiones, los resultados son sencillamente mejores: la productividad, la innovación y la organización del trabajo mejoran. Estamos siendo de nuevo testigos de este fenómeno durante esta pandemia: representantes fuertes de los trabajadores y las trabajadoras están desempeñando un papel clave en la mitigación del impacto, con medidas de salud y seguridad, en los planes de conservación del empleo, o con nuevas formas de organización del trabajo como el teletrabajo. Debemos aprovechar este enorme potencial para afrontar el reto trascendental de gestionar las transiciones verde y digital en beneficio de todos y todas.
“En mi informe le pido a la Comisión Europea que actualice el actual mosaico de normas comunitarias diferentes, y a veces incluso contradictorias, con un nuevo marco de información, consulta y representación en los consejos de administración. Este marco también hace falta para suplir las deficiencias del Estatuto de la Sociedad Anónima Europea (Societas Europeae - SE) de la Unión Europea y abordar el abuso de las fusiones transfronterizas a fin de evitar los derechos de representación, así como el uso indebido de complejas estructuras empresariales para eludir las normas sociales.
“En primer lugar, queremos que se garantice la representación de los trabajadores y las trabajadoras en los consejos de administración de las empresas a escala europea mediante el establecimiento de cuotas mínimas que se basen en el tamaño de la empresa. La democracia en el trabajo significa garantizar a los empleados y empleadas un silla en la mesa donde se toman las decisiones. En segundo lugar, queremos crear las condiciones para alcanzar el objetivo de que, al menos, el 80% de las empresas estén cubiertas por acuerdos de gobierno corporativo sostenible para 2030. En tercer lugar, queremos garantizar que los representantes de los trabajadores y las trabajadoras tengan acceso a una información y consulta oportunas y significativas, especialmente durante los procesos de reestructuración”.
Agnes Jongerius, eurodiputada del Grupo S&D y portavoz de Empleo, dijo:
“Dar poder a los sindicatos equivale a fortalecer la Europa social. Las voces de los trabajadores y las trabajadoras deben ser escuchadas a fin de que las transformaciones tengan éxito, especialmente cuando anuncian cambios enormes en el mundo del trabajo, como las transiciones verde y digital. Pero nuestra responsabilidad no acaba en las fronteras de Europa. Le pedimos a la Comisión Europea que cumpla su compromiso de presentar, sin más demora, una Directiva sobre diligencia debida obligatoria en materia de derechos humanos y conducta empresarial responsable. La diligencia debida obligatoria debe implicar a los sindicatos y a los representantes de los trabajadores y las trabajadoras a lo largo de todo el proceso”
