El Parlamento Europeo ha apoyado hoy un acuerdo alcanzado con el Consejo de la Unión Europea para mejorar la actual Directiva del Gas Natural. Los Socialistas y Demócratas reciben con agrado las nuevas normas comunes sobre el mercado interior que aportarán más transparencia y seguridad al suministro. 

Esta iniciativa forma parte de los esfuerzos de la Unión Europea para crear una Unión Energética que garantice un suministro energético a un precio asequible a todos los ciudadanos y ciudadanas y a todas las regiones de la Unión Europea. La demanda de gas en la Unión Europea se acerca a los 480.000 millones de metros cúbicos; pero la Unión solamente puede producir menos de la mitad de ese gas, de forma que el resto se importa de países terceros. La seguridad del suministro es crucial para la seguridad energética de la Unión Europea y para la competitividad de la industria, y se requiere diversificación y certidumbre jurídica en relación con las inversiones en gasoductos.   

Aunque los combustibles fósiles se eliminarán progresivamente de la Unión Europea, la realidad es que, en la actualidad, el gas natural representa cerca de una cuarta parte del consumo energético total de la Unión Europea, y su suministro debe garantizarse.  

El eurodiputado Dan Nica, que es el negociador del Grupo S&D y su portavoz de Energía, afirmó:   

“Nuestro objetivo es lograr que el mercado interior del gas funcione, lo cual significa permitir que el gas circule libremente entre los Estados miembros para que todos los europeos y europeas tengan acceso al mismo a un precio justo. El gas se transporta principalmente a través de gasoductos, con lo cual debe garantizarse la interconexión de las redes nacionales de gas, así como el acceso sin discriminación a dichas redes.   

“El acuerdo alcanzado con el Consejo es un paso positivo para alinear los gasoductos de países terceros con las normas de competencia de la Unión Europea. La nueva legislación cubre varias necesidades: la ampliación de las normas del mercado interior del gas a los gasoductos con un país tercero, dentro de sus límites territoriales; la posibilidad de que los Estados miembros concedan derogaciones (hasta de 20 años, y renovables) a los gasoductos actuales; y la confirmación de la validez de los acuerdos técnicos relativos al funcionamiento de los gasoductos que se hayan concluido entre operadores de los sistemas de transmisión, siempre que cumplan la legislación de la Unión Europea. 

“Los nuevos proyectos, como NorthStream 2, tendrán que aplicar las normas de competencia (por ejemplo, la separación de la propiedad) y solamente será posible acordar excepciones mediante procedimientos estrictos. Las disposiciones y los acuerdos entre Estados miembros y países terceros tendrán que cumplir la legislación de la Unión Europea y tendrán que contribuir a la creación de un mercado interior del gas que esté realmente integrado”.

Eurodiputados que participan
Jefe de delegación
Coordinador
Rumanía