El Grupo S&D les pide a la Comisión Europea y al Consejo de la Unión Europea que faciliten la producción de una vacuna segura a la que todos y todas puedan acceder, y que se distribuya de forma rápida, equitativa y accesible. La pandemia de la Covid-19 ha mostrado claramente la necesidad no solo de reforzar los sistemas sanitarios de todos los Estados miembros, sino también de disponer de un enfoque europeo que sea solidario y esté mejor coordinado, que podría mejorar la seguridad de los pacientes y subsanar las carencias nacionales. También le pedimos a la Unión Europea que haga todo lo posible para ayudar a que se encuentren soluciones reales a la producción rápida y la distribución amplia de las vacunas de la Covid-19 y de los productos médicos relacionados en los países en desarrollo que sufren impactos sociales y económicos catastróficos, y para ayudarles a avanzar hacia una recuperación resiliente. Nadie, especialmente las poblaciones más vulnerables de todo el mundo, debe quedarse atrás.  

  

La coordinadora del Grupo S&D en la comisión de Medio Ambiente, Jytte Guteland, afirmó:

 

“Europa fue una de las primeras regiones golpeadas por el virus de la Covid-19 en todo el mundo, y de las más duramente afectadas. Ahora que la vacuna parece estar al alcance de la mano, todo el mundo mira a Europa en cuanto al nivel de transparencia, fiabilidad y equidad que podremos aplicar en la próxima fase de distribución, que es muy delicada.  

 

“Por lo tanto, recibimos con agrado las últimas noticias de la Agencia Europea del Medicamento en relación con la primera vacuna de la Covid-19, que podría aprobarse antes de lo esperado.

 

“Podemos estar orgullosos de que el proceso de autorización haya sido rápido, sin comprometer la seguridad de la vacuna. Todavía estamos en una crisis sanitaria y nos hacen falta soluciones con urgencia. Al mismo tiempo, sin embargo, debemos asegurar que existe suficiente transparencia en los pasos que hayan de darse, garantizando la plena confianza de los ciudadanos y las ciudadanas de la Unión Europea en el proceso en su conjunto.

 

“Ahora es importante que todos los Estados miembros distribuyan las vacunas de forma justa y equitativa de cara a garantizar la mejor protección posible de la salud y, especialmente, de las personas de los grupos de riesgo. Esta pandemia ha mostrado claramente que los Estados miembros europeos deben asumir una responsabilidad común y trabajar juntos de forma coordinada para avanzar. Es un momento crucial para que la Unión Europea se mantenga unida y, finalmente, supere este virus de la Covid-19”.

 

El coordinador del Grupo S&D en la comisión de Desarrollo, Udo Bullmann, comentó:

 

“Aunque, sin duda, algunas áreas del mundo se han visto más afectadas que otras por la pandemia de la Covid-19, debido a la naturaleza de esta enfermedad, debemos combatirla a nivel mundial, si realmente queremos superarla.

 

“Todos los que las necesiten deben poder acceder a las vacunas que se están produciendo ahora, y no solo aquellos y aquellas que puedan permitírselo. No debemos consentir que las áreas ricas y privilegiadas del mundo adquieran la parte significativa de la previsible producción de la vacuna. Sería un error moral y médico. Por eso, les estamos pidiendo a los fabricantes de la vacuna que intensifiquen su producción y concedan también licencias a otros productores y a sus fábricas.

 

“También le estamos pidiendo a la Comisión Europea que evalúe la posibilidad de conceder una dispensa, conforme a las normas de la OMC, si las grandes farmacéuticas no estuvieran dispuestas a actuar en interés de nuestros ciudadanos y ciudadanas y de todas las personas que necesiten apoyo médico, en todo el mundo.

 

“La Unión Europea tiene que destinar más recursos al ACT Accelerator (Acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19) con la finalidad de reforzar todos sus pilares: diagnóstico, tratamiento y vacunas. Los suministros médicos y los equipos que salvan vidas deben estar disponibles siempre que las personas los necesiten.

 

“Al hemisferio sur debe dársele realmente un acceso a vacunas que sean asequibles a través de COVAX, sin que los países occidentales compren el mercado y almacenen. Las dosis redundantes de vacuna deben usarse en otros países.

 

“La Unión Europea tiene que comprometerse a utilizar sus excedentes de la vacuna en los países de bajos ingresos de cara a evitar que se malgasten estos recursos y se pongan en riesgo más vidas alrededor del mundo.  

 

“Erradicar la Covid-19 es un desafío que debemos afrontar con solidaridad global. No puede comprarse seguridad frente a esta amenaza para algunos y que siga siendo insuficiente para otros”. 

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