Los Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo han votado hoy a favor de una resolución que condena que el Gobierno de Orbán no haya adoptado suficientes reformas del Estado de derecho en Hungría. El Grupo S&D sigue defendiendo que no deberían liberarse fondos de la UE para un gobierno que no puede garantizar que dichos fondos queden protegidos de una utilización indebida.
Eider Gardiazabal Rubial, eurodiputada del Grupo S&D y co-negociadora sobre el asunto en la comisión de Presupuestos del Parlamento Europeo, ha declarado:
“El Gobierno de Orbán no respeta el Estado de derecho y esto está afectando gravemente a los intereses financieros de la Unión.
“Solo se han aplicado tres de las diecisiete medidas acordadas con el Gobierno de Orbán, y la mitad de ellas ni siquiera pueden evaluarse porque no disponemos de suficiente información.
“Además, al analizar estas diecisiete medidas, queda claro que son insuficientes.
“Sencillamente no podemos justificar la liberación de los fondos. ¿Qué mensaje estaríamos enviando si cediéramos al chantaje de Orbán? Doce años de disparates no pueden arreglarse en dos meses. ¿Deberíamos limitarnos a aprobar el plan de recuperación, además de darle los 7 500 millones de euros en fondos de cohesión? Esto no sería ni comprensible, ni aceptable ni justificable. Tenemos que ser coherentes con todo lo que hemos venido defendiendo por el bien de la Unión”.
Por su parte, Thijs Reuten, portavoz del S&D sobre Hungría en la comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, añadió:
“El plazo dado al Gobierno de Orbán para restablecer el Estado de derecho ha expirado. La advertencia estaba clara: sin cambios no habría financiación de la UE. Ahora que la Comisión Europea comparte nuestra opinión de que las reformas superficiales de Orbán se quedan cortas, los ministros y ministras de la UE deberían adoptar la tan esperada decisión de congelar los fondos de la UE hasta que se aborden adecuadamente los riesgos de fraude y utilización indebida. En lugar de ser un socio constructivo, Orbán vuelve a jugar a la política sucia a costa de los húngaros/as y de millones de europeos/as, incluidos los ucranianos/as, al bloquear decisiones fundamentales. Los autócratas como Orbán no se detendrán a menos que les pongamos freno juntos y protejamos la democracia y la libertad. El Parlamento Europeo es muy claro: el chantaje no tiene cabida en la UE”.
