Hoy, los Socialistas y Demócratas han encabezado los esfuerzos en el Parlamento Europeo para adoptar la legislación de la UE actualizada que establece normas comunes para los mercados interiores de los gases renovables y naturales y del hidrógeno. Se trata de un importante paso de cara a lograr el objetivo de la UE de alcanzar la neutralidad climática de aquí a 2050. La nueva normativa proporcionará una mejor protección a los consumidores y consumidoras y reforzará la seguridad del suministro. El Grupo S&D está convencido de que esto es de vital importancia para abordar la crisis energética provocada por múltiples factores, como la guerra ilegal rusa contra Ucrania y sus consecuencias para la seguridad de la ciudadanía y las empresas europeas. La legislación adoptada hoy consta de un Reglamento y una Directiva que la Comisión Europea propuso al Parlamento Europeo y a los Estados miembros como parte del paquete de medidas «Objetivo 55».
Jens Geier, negociador del Grupo S&D sobre la Directiva en la comisión de Industria, Investigación y Energía, ha declarado:
“La Directiva sobre el gas sienta las bases para la descarbonización del mercado del gas. El desarrollo de un mercado europeo del hidrógeno es de suma importancia para las industrias que son difíciles de descarbonizar, pero que al mismo tiempo proporcionan muchos puestos de trabajo, contribuyen considerablemente a nuestra posición en el mercado mundial y aportan grandes beneficios a la UE. Las industrias química y del acero son un claro ejemplo de ello.
“En lo que respecta al suministro de gas, los grupos vulnerables de personas, así como las pequeñas y medianas empresas, quedarán mejor protegidos frente a los cortes en el futuro, especialmente en la temporada de invierno. A tal fin, nuestro Grupo está orgulloso de haber conseguido incluir disposiciones que obligan a los Estados miembros a tomar medidas para evitar las desconexiones.
“Una Directiva implica que los gobiernos nacionales son libres de decidir cuál es la mejor manera de adaptar la naturaleza de esta legislación. No obstante, con la adopción de la Directiva establecemos un marco que brinda a los Estados miembros instrumentos adicionales para hacer frente a la fijación injusta de precios de la energía y reaccionar más rápidamente ante las crisis de precios. Los Estados miembros tendrán la responsabilidad de evitar que las personas se enfrenten a la horrible situación de tener que elegir entre comer o calentarse. De este modo, nuestro Grupo cumple con uno de los compromisos clave que contrajo con la ciudadanía europea en su campaña Rebajar las facturas”.
Patrizia Toia, negociadora del Grupo S&D sobre el Reglamento en la comisión de Industria, Investigación y Energía, ha añadido:
“Nuestro Grupo ha propiciado que dispongamos de un sistema energético integrado que garantizará la seguridad energética, unos precios asequibles, fuentes de energía limpias y una mejor supervisión del funcionamiento del mercado. Me complace que los Socialistas y Demócratas hayan hecho de estos aspectos la esencia del Reglamento, que se aplicará de forma directa como ley de la UE en los 27 Estados miembros. Esto allana el camino hacia la rápida adopción de un ecosistema de gases renovables e hipocarbónicos e hidrógeno.
“Gracias a nuestro Grupo, el nuevo Reglamento contiene disposiciones reforzadas sobre la adquisición conjunta de gas, y potencialmente de hidrógeno, y aporta una mayor transparencia sobre los mecanismos de fijación de precios a fin de evitar conductas especulativas y una volatilidad excesiva de los precios del gas en los mercados energéticos. El Grupo S&D prometió a los europeos y europeas que su intención era reforzar todas sus acciones encaminadas a poner fin a la pobreza energética: ahora hemos cumplido con esta promesa.
“El Reglamento que hemos adoptado hoy revisa el que está actualmente en vigor desde 2009. Muchas cosas han cambiado desde entonces y hay algo que está más claro que nunca: debemos eliminar progresivamente nuestra dependencia de las importaciones de gas natural. No solo de Rusia, sino de cualquier otro tercer país. Esto es fundamental si de verdad queremos lograr una mayor autonomía europea”.
