Los Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo han publicado hoy un plan de recuperación por la democracia y los derechos fundamentales. Cuando el mundo ha trabajado para ralentizar la propagación de la pandemia sirviéndose de medidas sociales restrictivas, el Grupo S&D cree que debemos analizar detenidamente cómo esas medidas han afectado a los derechos de las personas, incluyendo a los más vulnerables de la sociedad. Exigimos que cualquier medida de emergencia en respuesta a la crisis se suprima en cuanto sea posible hacerlo con seguridad.
Iratxe García, presidenta del Grupo S&D, afirmó:
“Con sus repercusiones para la salud pública, el empleo y la economía, la irrupción de la Covid-19 nos ha llevado a todos nosotros y nosotras al límite. Pero la pandemia no es excusa para romper el reglamento sobre la democracia y los derechos fundamentales.
“Los valores que definen a Europa –la libertad, la democracia, la igualdad, la dignidad humana, el imperio de la ley y los derechos fundamentales– no deben ponerse en cuarentena para luchar contra el virus. Si la Comisión Europea y el Consejo de la Unión Europea miran hacia otro lado cuando las acciones de cualquier gobierno dañen esos valores, no vale la pena el papel sobre el que están escritos los Tratados que garantizan nuestras libertades.
“Debemos asegurarnos de que se respeta la legislación de la Unión Europea; que se restaura la libertad de movimiento, que se respetan los principios de la democracia y el imperio de la ley, que los ciudadanos y las ciudadanas pueden disfrutar de su derecho a la privacidad y la protección de datos, y que las personas que buscan protección internacional tienen garantizada la ayuda cuando les hace falta”.
Birgit Sippel, portavoz de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos del Interior del Grupo S&D, afirmó:
“Antes de la pandemia de la Covid-19, la democracia ya estaba bajo amenaza en algunos países. Desde el brote, la democracia se ha visto presionada hasta el punto de crisis en esos países.
“Las respuestas que han ofrecido los gobiernos de Hungría y Polonia, pero también en otros lugares, no son compatibles con los derechos fundamentales. Las reacciones de la Administración Orbán o del gobierno del PiS (Ley y Justicia, por sus siglas en polaco) tienen poco que ver con la lucha contra el virus; en cambio, persiguen la finalidad de expandir sus poderes y restringir los derechos de la oposición. Esas reacciones extremas y opresivas han hecho incluso más urgente la necesidad de disponer de un mecanismo de la Unión Europea sobre la democracia, el imperio de la ley y los derechos fundamentales, que el Grupo S&D lleva años pidiendo. Si queremos que sea una herramienta efectiva, debe incluir sanciones apropiadas que posibiliten suspender los fondos de la Unión Europea.
“Queremos que cualquier medida actual de emergencia, tanto si afecta a la privacidad de las personas como si crea fronteras interiores entre Estados o impide que la gente busque asilo y protección en nuestro continente, se supriman en cuanto sea posible hacerlo con seguridad. Habrá cambios en la sociedad después de esta crisis, ¡pero no aceptaremos cambios que dañen nuestros derechos fundamentales!”.
Puede leer el plan completo de recuperación por la democracia y los derechos fundamentales aquí.
